UNA PROEZA DOTAR DE SERVICIOS BÁSICOS AL MUNICIPIO DE MANZANILLO
Dotar de servicios básicos al municipio de Manzanillo ha sido toda una proeza, empezando por el servicio más básico de todos que es el del agua potable, ya que este elemento es vital para la vida.
Manzanillo se creó en 1825 por la necesidad del estado de Colima por contar con un puerto comercial y no se pensó en todas las dificultades que tendrían que afrontar sus primeros pobladores, ante la falta de condiciones adecuadas para llevar una calidad de vida digna.
Dotar a los manzanillenses de estas condiciones llevó muchos años, mucho esfuerzo y recursos económicos.
En 1793, treinta y cinco años antes que se fundara Manzanillo, cuando aún México no era independiente, el Coronel Diego de Lasaga le confirmó al gobierno virreinal que en la Manzanilla (hoy Manzanillo) no había recursos de agua para beber, por lo cual esa parte de la bahía se encontraba deshabitada.
También señaló Lasaga que el único lugar con habitantes era la pequeña población de pescadores de San Pedro (hoy San Pedrito), que bebían de pozos que cavaban en la arena de la playa, siendo el agua de pésima calidad y sabor muy salobre, estos pozos son conocidos como casimbas.
Diego Lasaga hizo picar en la parte alta del cerro de donde brotó de un pozo que manó mucha agua de gran calidad y sabor, quedando abierto y fluyendo de manera permanente desde entonces. Eso hizo a los españoles pensar en abrir un puerto en la actual ubicación del eentro de Manzanillo, pero llegó la independencia y esto nunca se concretó.
Una vez que en 1825 se fundara Manzanillo, trasladándose la población de Salagua hasta el sitio donde actualmente está el Centro Histórico, inicialmente se usó esta agua, pues la población era escasa, pero inmediatamente las autoridades se dieron a la tarea de encontrar nuevas fuentes de agua, previendo un aumento de la población.
Ese mismo año se encontró y empezó a utilizar por el público en general el pozo de agua 5 de Mayo, surtiendo del vital líquido a todo el barrio de La Chancla y La Estación. A partir de 1882 en que empezó a funcionar el ferrocarril de vía angosta, se trajo en el agua de Armería, de Caleras y Colima, de manera que los maquinistas regalaban a los manzanillenses el agua que les sobraba, porque funcionaba a base de vapor. La gente la echaba en latas alcoholeras donde la trasladaban a sus casas a bordo de carretones tirados por mulas.
En 1900 se empezó a utilizar el pozo de agua La Noria, en la ribera de la laguna de Cuyutlán, en el cerro cerca de la esquina de las calles del Mercado (hoy Carrillo Puerto) con Medellín (hoy Miguel Galindo). Este pozo tenía agua todo el año y con mejor calidad y sabor que otros pozos.
El 17 de septiembre de 1934 se introdujo el agua potable a Manzanillo por parte de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y Obra Pública, traída desde el río San José en Camotlán a 17 kilómetros, en tubos de fierro de ocho pulgadas. En 1935, el pozo 5 de Mayo quedó dentro de la construcción del Edificio Federal, en su patio central, por lo que ya no fue posible que fuera de uso general, aunque ya para entonces, existían otras fuentes de aprovisionamiento del vital líquido. Continuó existiendo hasta 1970, en que fue cegado totalmente.
Cuando el Ing. Smoot se asentó en Manzanillo para dirigir las obras del puerto por encargo de Porfirio Díaz, trajo consigo a varios médicos norteamericanos, los cuales se asentaron a vivir en la colonia americana. Sobre la calle México (principal) funcionó la Botica Americana, atendida por uno de estos profesionales de la salud. Antes de eso, en Manzanillo no había médicos.
En 1909, se trajo de Jiquilpan a un joven boticario muy capaz y con deseos de aprender, Eliseo Vargas Marín, para trabajar como ayudante del médico norteamericano citado anteriormente. Posteriormente, Vargas Marín abrió una botica propia en la esquina de las calles Juárez y Madero (donde hoy está el restaurante Chantilly).
En 1929 entró a trabajar como ayudante de la botica de Eliseo Vargas, el joven Agustín Guijarro Delgadillo, quien, en 1950, con los conocimientos obtenidos, fundó la farmacia Regis, que todavía existe en la calle Allende, a media cuadra de la calle México, con el nombre de Farmacia de Agustín.
En 1930 se construyó el Hospital Cruz Azul, que era un edificio de madera de dos plantas, frente a la Playita de En Medio, siendo una de las principales enfermedades que atendía, la lepra. En 1932, ahí se atendieron a todos los heridos en la región con motivo del maremoto conocido como La Ola Verde. Posteriormente, se reubicó a la ranchería de Miramar, donde fue conocido como La Cuarentena. En 1939, por gestiones de varios porteños, como Anita Barragán de Villegas y Miguel Barbosa Heldt, se construyó el Hospital Civil en San Pedrito. En 1959, el Gobierno Federal construyó la Unidad Padre Hidalgo, que incluía el Hospital del Seguro Social, el cual fue reubicado a Salagua el 8 de septiembre de 1980.
En sus primeros años, Manzanillo era un sitio muy aislado, ya que a excepción del viaje por barco, era muy difícil que alguien viniera a Manzanillo si no era forzoso hacerlo. Como antecedente se puede citar que el 17 de marzo de 1540, el virrey Antonio de Mendoza, después de recorrer la costa, ordenó la construcción del Camino Real de Colima.
Cuando se trasladó el puerto de Salagua a Manzanillo, la nueva población tenía muchos problemas de comunicación terrestre, mientras que era muy fácil llegar a ella por barco, salir por tierra era subir primero por brechas en el cerro en cabalgadura, luego caminar por brechas entre la laguna y el mar, atravesando pantanos y eludiendo alimañas molestas y en ocasiones peligrosas, para ir hasta Armería, pasando por Cuyutlán. Era un trayecto muy difícil.
En 1869 se terminó el camino para carretas y diligencias de Guadalajara hasta Manzanillo, con excepción del tramo de las barrancas de Atenquique y Beltrán. En la parte alta también se trabajaba para mejorar la situación de las poblaciones de aquella área y a partir de la entrada del Siglo XIX se empiezan a abrir brechas con este propósito.
En diciembre de 1923 el Gobierno del Estado nombra una comisión para hacer una comunicación carretera desde Colima hasta Manzanillo, pasando por Cuyutlán, la cual fue presidida por el Ing. Daniel Inda. En 1935 se terminó la carretera Manzanillo a Cihuatlán por parte de los ingenieros mandados al puerto por Lázaro Cárdenas. El 20 de noviembre de 1949 se construye la brecha que comunicaba inicialmente a Manzanillo con Minatitlán. Es hasta 1976 que se establece definitivamente la carretera Tapeixtles a Minatitlán. El 7 de febrero de 1977 se inició el proyecto para la construcción del libramiento carretero de la ciudad.
El 23 de abril de 1869, 11 días después que la ciudad de Colima y un año después que a Guadalajara, llegó a Manzanillo el servicio telegráfico, siendo una de las primeras ciudades del país en tener el servicio. La oficina telegráfica quedó a cargo de Mariano Schiaffino. En 1935 se instalaron los servicios de telefonía y radio, levantándose una antena inalámbrica en la manzana donde estaba la escuela Juárez, que hoy es parte del jardín Álvaro Obregón y se instaló el primer teléfono en la ciudad, ubicado en las oficinas de telégrafos. En 1974 se construyó la Central Telefónica en Pedro Núñez 175 y se automatizó el servicio. Antes de esto, se hacía a través de una caseta.
En 1881, el administrador de la aduana Pedro Galván, introdujo las primeras lámparas públicas, que funcionaban a base de aceite de coquito quemado. En 1920 llegó la luz eléctrica al puerto de Manzanillo, al instalarse la primera plantita de luz en la zona de las afueras de la ciudad, por el rumbo de La Mentirosa, por gestiones de Justo García Mier. En 1924, se instala la planta de luz eléctrica en La Perlita, que le proporciona algunas horas de luz a la ciudad, tanto al gobierno como a sus habitantes.
Alrededor de 1882 empezó a funcionar una escuelita para niños, conocida como Escuela del Tamarindo, por ser una rústica construcción de madera cubierta por la sombra de un árbol de tamarindo, en la esquina de las calles México y Juárez.
En 1906 fue construida la escuela de la Madrid (hoy Miguel Hidalgo) sobre la calle México, con recursos del ingeniero norteamericano Edgar K. Smoot y en un terreno donado por él mismo para este fin. En 1914 se le cambia el nombre a la Escuela de la Madrid por el de Jardín de Niños Miguel Hidalgo.
En 1936 la Escuela del Tamarindo pasó a ser de la SEP en el nuevo edificio que mandó a construir Lázaro Cárdenas como presidente de la República, en la cuadra entre la calle México y la Carrillo Puerto, en un terreno cedido por Heliodoro Trujillo, ya con el nombre de Benito Juárez.
En 1945 empezó a funcionar en Manzanillo la primera escuela secundaria, que fue la Secundaria Estatal No. 3, que primeramente estuvo en la primaria Benito Juárez, posteriormente en la Casa de Bomberos (hoy Escuela Rafael Ramírez) y hoy finalmente en la colonia 16 de Septiembre. En 1955 se remodela el jardín de niños Miguel Hidalgo al estado que actualmente conserva.
De 1825 a 1880, el primer panteón de Manzanillo estuvo a un costado de la parroquia de Guadalupe. De 1880 a 1944 (64 años) funcionó el panteón Santa Rosa, ubicado por la salida a El Colomo, sobre la calle de El Crucero (hoy Hidalgo), en lo que hoy es el barrio de El Túnel. El 20 de julio de 1944 se puso en servicio de manera oficial el nuevo panteón Santa Rosa, que después se llamó por un corto tiempo Heliodoro Trujillo y finalmente quedó con el nombre Teresa Solano de Escobar.
A partir de 1930 empezaron a circular camionetas Ford con carrocería de madera y lonas con banquitas a cada lado a los que se subía por atrás. En el centro se ponía la carga. Su servicio de traslado era hasta el balneario de Santiago.