OPINION

VERDADES QUE INCOMODA N- TAREA POLÍTICA

José Luís Santana Ochoa

Lapidario, el líder de la Fracción Legislativa del Partido Acción Nacional (PAN) en la Sexagésima Legislatura Local, Crispín Guerra Cárdenas, le pegó a la autoridad estatal tremendo recto de derecha entre ceja, oreja y jeta, acusándola de que lo único que hace en la imperante violencia que sufren los colimenses, es  “levantar muertos”, demandándole que, más rápido que inmediatamente, “ante la ola de asesinatos que han ocurrido en más de un mes en el Estado,  haga un replanteamiento a fondo de la estrategia de seguridad, si es que la hay”. Estas cinco últimas palabras deben haberle calado hondo y profundo a la Gobernadora de la Esperanza, pues dejan entrever que su estrategia es  no tener estrategia.

“Resulta lamentable que el tema de la seguridad se nos vaya de nuestras manos, nosotros hemos dicho que estamos desde nuestra trinchera para sumarle para lo que necesite el estado, empezando por el Ejecutivo y los propios municipios, pero sí esta es una lucha que también se dijo que no iba a ser ni fácil, ni rápido. Definitivamente, se tienen que replantear las estrategias, porque al menos lo que nosotros vemos es que no hay estrategias; nosotros vemos que hay una ausencia de estrategia, porque si bien es cierto, al menos lo que está sucediendo en el estado de Colima, nosotros no vemos una actuación por parte de la autoridad”, machaca inmisericorde Guerra Cárdenas.

 “Vemos que las autoridades van y levantan muertos, nada más, pero pareciera que están dejando a los carteles que se estén dando entre ellos y la autoridad nada más va a levantar lo que quedó, entonces eso no es una estrategia”, señala con puntería apache el cáustico por segundo trienio diputado local panista. Sin poder detener las balaceras, la autoridad  sólo atina a decirles a los cárteles rijosos,  “no se peleen, agarren piedras y dense bien” y “tú le das compadrito, tú le pegas, tú le das compadrito, tú le pegas, no te dejes compadrito, no te dejes, pero cuidas la talega del café (drogas)”.

Cierto es que hay cientos de soldados, marinos de agua dulce, guardias nacionales, ministeriales, policías estatales preventivos y munciales, y vendedores de servicios fúnebres que son los primeros en llegar a la escena del crimen,  “pero pues nada más los vemos dando rondines, entonces si esa es la función, yo creo que a lo mejor puede surtir algún efecto en la sociedad normal, en los ciudadanos que de alguna manera tienen una vida normal, pero entre la gente que se dedica a delinquir pues no creo que esté surtiendo los efectos ahí con ellos”, expresa Crispín.

“Con todo el respeto que me pueden merecer todas las corporaciones de seguridad”, avisa el multicitado legislador local, “estarse haciendo un análisis con mucha frecuencia, para ver cómo van los avances, qué es lo que realmente quieren, eso en términos generales, y claro este es un caso más de lo que debe ser con el respeto que me pueden merecer todas las corporaciones”.

EL ACABO

             Las decenas de patrullas que de la noche a la mañana se incorporaron a la circulación urbana, además de trastocar el tránsito vehicular haciéndolo más lento que de costumbre, genera fuerte contaminación adicional, tanto por emisión de gases como de ruido.

             Hasta ahora, el mayor número de vehículos y personal de seguridad no ha incidido en la disminución de la violencia sino todo lo contrario. Lo mismo pasa con los retenes.

             Así el panorama, no queda de otra que esperar a que los programas sociales del Gobierno de la 4T priven a la delincuencia organizada de la fuente de reclutamiento de jóvenes para narco menudistas, halcones y sicarios, como todos los días predica el presidente de la República. En tanto, Dios coja a todos confesados.