VIDAL DÁVALOS LAUREL, RECONOCIDO POR LOS MANZANILLENSES COMO UNO DE LOS PERSONAJES MÁS INFLUYENTES CON CONCIENCIA SOCIAL
Vidal Dávalos Laurel, personaje que ha destacado en Manzanillo por sus diferentes habilidades en diferentes campos de la vida porteña, como deportista triunfal, destacado marino, pescador deportivo experimentado y laureado, activista político y social.
Tan solo seis meses antes del embate del desastroso ciclón del 59, el 28 de abril, nació Vidal Dávalos en el barrio de San José, donde creció e hizo su vida al lado de su familia, haciendo amistades y conviviendo con los habitantes de otros barrios de la periferia, como son los de La Pedregosa, Sector 3, la Unidad Padre Hidalgo y la Calle Nueva (José María Pino Suárez), entre otros.
El primer ámbito de los varios en los que ha destacado, en el que empezó a descollar, fue en el atletismo y el deporte, pues combinaba su gusto por las cascaritas de futbol por largas horas, como con el gusto de correr a diferentes distancias. Para lo primero era muy malo, pero para lo segundo sobresalía sin esfuerzo.
Se dice por parte de los que lo conocieron de niño y adolescente, que esa habilidad y condición para correr cortas y medianas distancias Vidal la obtuvo al hacer mandados corriendo desde el barrio en el que vivió en su infancia, el Sector 3, hasta la parte baja, muchas veces descalzo y bajo el ardiente rayo del Sol.
Después de llamar la atención su facilidad y capacidad para este deporte, es que, siendo alumno de la Secundaria Federal 1 y en el año de 1973 empezó a participar y ocupar los primeros lugares en carreras cortas, subiendo al podio en los 100 y 200 metros primeramente y luego ya pasando a los 400 y 800 metros al año siguiente. Pronto se dio cuenta que lo suyo no eran las carreras cortas, sino las de medio fondo.
Gracias a esta facilidad natural fue que logró ser segundo lugar en unos campeonatos prenacionales, estando en tercero de secundaria, sobresaliendo en 5 y 10 mil metros. El entrenamiento de Dávalos Laurel corrió a cargo del connotado Prof. Manuel Bonilla Valle, así como el Prof. Eudoro Carrillo. Tan buenos fueron no solamente sus resultados, sino también sus números, que tan solo dos años después de haber empezado a competir pudo acudir por primera vez a los juegos atléticos nacionales, que se celebraron en la ciudad de Querétaro.
No contento con ganar las carreras cortas y de medio fondo, empezó a competir con buenos resultados también en las largas, cosa que hay que decir que es muy difícil encontrar a un corredor que pueda competir dignamente en las distancias cortas y medias y también lo haga en las de fondo.
En 1976 y 1977 empezó a ganar esta clase de carreras que organizaba por entonces el municipio en las fechas festivas y también la FSTSE. Corrió en la carrera de 14 kilómetros que organizó la Gran Fraternidad Universal entre la presidencia municipal y el crucero de Las Brisas (sitio en donde se encontraba la sede de esta agrupación, muy en boga por aquel tiempo).
Vidal Dávalos Laurel ganó varios de los primeros medio maratones celebrados por Peña Colorada por aquellos tiempos.
Sus triunfos no solamente fueron municipales o estatales, pues fueron trascendiendo al ámbito nacional. A finales de la década de los 70 ganó en dos ocasiones la carrera nacional de los sectores del PRI celebrada en la ciudad de Guadalajara, triunfando entre más de mil competidores en un circuito de 10 kilómetros. También ganó la carrera de los 5 mil metros de los Juegos de la Revolución y fue igualmente campeón en los 10 mil metros de los Juegos Obreros.
En una ocasión, la Escuela Técnica Industrial 189 de Cihuatlán celebró un aniversario de su fundación y de un momento a otro organizaron una carrera por tal motivo, invitándose de manera relámpago a los corredores de la región, pero por alguna razón, Vidal Dávalos no se enteró y al andarse paseando por el centro con bermudas y zapatos de vestir, se dio cuenta del evento, decidió participar, por lo que se subió al camión que los llevaría a la carrera y al llegar a Cihuatlán e irse a comprar rápidamente unos tenis, halló que por ser antes de las 4:00, todas las zapaterías estaban cerradas. Así que, al no haber otro remedio, se registró y se dispuso a correr descalzo. Los demás competidores, al ver que cubriría el recorrido sin calzado deportivo, se sintieron contentos porque pensaron que no iba a poder; pero, cuál sería su sorpresa que se llevó el triunfo, a pesar que terminó totalmente ampollado de la planta de sus pies.
En el año de 1980 ingresó al Centro Deportivo Olímpico Mexicano, esto porque se le veían todas las condiciones para poder representar a México en justas internacionales, como mundiales de atletismo, panamericanos e incluso Juegos Olímpicos, donde era su sueño participar. En un campamento de verano celebrado en esas instalaciones en la Ciudad de México, le tocó entrenar con el gran corredor mexicano Rodolfo Gómez, quien participó en dos olímpicos y ganó muchos maratones internacionales durante la década de los 80. También conoció a otras personalidades del atletismo de aquel tiempo, como José Gómez, Rodolfo González, Daniel Bautista y el entrenador Tadeus Kempka, entre otros. Ya en esos niveles, compitió en el Dual Meetcontra Puerto Rico y Cuba, ganó la carrera de los 5 mil metros planos. Para ese entonces, su meta inmediata era participar en unos Juegos Centroamericanos, que en agosto de 1982, en su edición XIV, se celebrarían en La Habana, capital de Cuba, por lo que diariamente se entrenaba corriente 20 kilómetros por la mañana y 20 por la tarde.
A fines del 80 sin embargo, mientras atendía su otra afición, que era la de jugar cascaritas de futbol en las canchas del Seguro Social (que en realidad eran de basquetbol y voleibol, pero los futbolistas aficionados de La Pedregosa, San José y otras colonias las usaban para este fin), cuando se lesionó de una rodilla y eso fue lo que le impidió entrenarse con la debida intensidad, así se interrumpió el ciclo necesario para estar en condiciones de participar en esos centroamericanos, donde muy probablemente hubiera podido obtener alguna medalla o por lo menos, un lugar destacado entre todos los competidores de la región. Una vez recuperado de esta lesión, siguió compitiendo, aunque ya restringiéndose un poco más a la esfera local.
Destacada fue su participación en las carreras de relevos que la Armada de México organizaba en su día, primero de junio, cada año. La extensión de la justa era de 10 kilómetros, habiendo por equipo dos relevos de tres kilómetros, tres de un kilómetro, uno de 800 metros y uno más de 200 metros. El trofeo quedaría de forma definitiva para el equipo que lo ganara por tres ocasiones consecutivas, de manera que al ganar en 1980, 81 y 82 el equipo del PRI del que Vidal era integrante, se quedaron con él en sus vitrinas. En el atletismo, Vidal Dávalos Laurel aseguró que ganó alrededor de 27 trofeos y 10 medallas, conservando solamente algunos diplomas.
Del 78 al 79, Dávalos Laurel fue el presidente de la sociedad de alumnos del bachillerato único de Manzanillo (BUM), y pasó a la facultad. Entró a estudiar Administración Pública y Ciencias Políticas en la Universidad de Colima, carrera que dejó trunca, pero donde hizo grandes amigos.
Siendo Griselda Álvarez gobernadora del estado, trabajó en la Secretaría de Turismo como inspector de pesca, además de ser el gerente de la famosa discoteca Calígula. Al ver que la lancha deportiva de su papá se encontraba detenida, la “Evita”, la tomó y empezó a hacer recorridos de pesca y se creía tan bueno para encontrar buenas capturas, que se atrevía a decirle a los contratantes, muchos de ellos norteamericanos: “Si no pesca, no paga”, y una vez que cobraba, sin falta le daba su parte a su papá, como propietario de la embarcación. Ya para entonces hablaba inglés a la perfección, lo que le facilitaba grandemente su labor. El libro “La locura del marlin en Manzanillo”, escrito en inglés por Tom Pike, habla de la vida y aventuras de un joven Vidal Dávalos Laurel, entre finales de los setentas y principio de los ochentas.
Por aquellos años, Laurel salía a pescar y hacer recorridos entre septiembre y abril todos los días, de cinco horas en la mañana y cinco por la tarde. En el año de 1984 surgió la oportunidad de comprar una muy buena lancha, la Luckiest, que había sido propiedad de Don Luis García Castillo, por lo que Dávalos Laurel le comentó a su papá que por qué no la compraban entre los dos, aportando cada uno 5 mil pesos; pero a su papá no le interesó. Entonces le ofreció a su amigo Tom Pike a comprarla entre los dos, pero a éste no le interesó, pero luego de platicarlo con su esposa, decidió apoyarlo de forma muy generosa. Le dijo que le adelantaría 100 viajes, que equivalían a 10 mil dólares. Le dijo: “Mañana te vas por la mañana al Banco Serfín que está en Plaza Santiago y ahí te daré el dinero”. Todavía incrédulo, Vidal Dávalos se presentó por la mañana al sitio y en efecto, ahí encontró a Pike a las 10:00 de la mañana, entraron juntos al banco, sacó el norteamericano su tarjeta Master Card Oro y le dieron el dinero en una bolsa de papel en pesos, que eran 22 mil 600 pesos, los cuales se los entregó íntegros a su amigo. “Tómalos, para que no solo la compres, sino la equipes y hagas todos los trámites para que ya sea tuya”.
Con el mismo Tom Pike, su compadre porque le bautizó a su hijo Aldo, ganó tres torneos. En el año de 1984 ganó el torneo internacional en La Islita, con el equipo de Rogelio Rueda Sánchez, cuando éste aún era estudiante. Otros 14 torneos ganó del 2005 al 2010, en ocasiones el nacional y en otras el internacional y en el 2011 ganó los dos.
En el 2007 formó su equipo y ganó el primer lugar, el cual le fue entregado por Silverio Cavazos. Este premio tiene un dato muy especial, ya que fue la vez que se ganó con el pez más chico, ya que no hubo capturas y la única la hizo él con un pez que pesó 24 kilos con 600 gramos. En el 2010 en cambio, con César Ruiz y René González Chávez, sacó un marlin negro de 194 kilos. En febrero del 2007, un yate de nombre Vitola que había salido a hacer pesca deportiva, estuvieron peleando por atrapar a un gran marlin, empezó a escorarse y hacer agua en alta mar, a 15 millas náuticas de nuestra costa, por lo que sus tripulantes, que eran tres mexicanos y tres norteamericanos, necesitaban ayuda de forma desesperada. Es entonces cuando Vidal Dávalos, a bordo de su embarcación también de pesca deportiva, la Luckiest, que se encontraba en un viaje de observación de ballenas, al escuchar la llamada de auxilio de la embarcación, se lanzó a buscar a los tripulantes perdidos en las ondas marinas, valiéndose para ubicarlos de un GPS y unos binoculares y arriesgando su propia seguridad, rescató a los náufragos y los llevó sanos y salvos a la seguridad del muelle. Las personas fueron rescatadas a 35 kilómetros de la orilla. Acto heroico que le valió que ese año haya recibido el reconocimiento Marino del Año el primero de noviembre del 2007, el cual le fue entregado de manos del gobernador Silverio Cavazos.
En el año de 1996 empezó su existencia la connotada asociación civil Aciman y a los cuatro meses de haberse iniciado, Vidal Dávalos entró a integrarla, en tiempos en que sesionaban todavía en La Perlita. Le interesaba por aquellos tiempos únicamente participar en la comisión de turismo, pero pronto se involucró en las causas sociales, participando en muchas, siendo de las más recordadas la de Marcha VS la construcción del Túnel Ferroviario. Cuando le pusieron como titular de la comisión de Honor y Justicia, puso orden en la institución, al aplicar el reglamento para que no fuera letra muerta, el cual dice que “el que no paga sus cuotas, va para afuera”. Al ver su decisión y mano dura, todos los morosos empezaron a pagar, por lo que actuar fue un gran éxito que todos reconocieron. Después propuso la creación de la comisión para salvar la laguna del Valle de las Garzas, que fue otro logro exitoso, con la presencia en repetidas ocasiones del gobernador del estado, del presidente municipal, de actores portuarios importantes como el Cap. Héctor Mora (que en ese tiempo aún no era director de la API), Rubén Álamo y muchos otros.
Fue entonces que se decidió a lanzarse a buscar la presidencia de Aciman y aunque hubo muchos intentos de bloquearlo, ganó ampliamente en las votaciones, quedándose en el puesto por dos períodos consecutivos, siendo considerado uno de los presidentes de este organismo ciudadano más activos.
Vidal Dávalos continúa haciendo muchas actividades distintas y es reconocido por los manzanillenses como uno de los porteños más influyentes y con conciencia social.