SALUD

ZOÉ ROBLEDO DETALLA EL PROCESO DE COMPRA DE MEDICAMENTOS DE AHORA Y CÓMO SE HACÍA ANTERIORMENTE

Zoé Robledo Aburto, secretario general del Imss, dio a conocer el proceso de cómo se hace una compra de medicamentos hasta cuando se surte una receta en la farmacia.

Explicó cómo encontraron los estados y las Secretarías de Salud donde se ha implementado el programa del Imss-Bienestar, primero tenían 32 modelos de abasto completamente diferentes, cada uno con su lista de claves, es decir tipos de medicamentos que utilizaban de manera heterogénea sin ninguna sistematización y completamente intercial.

Señaló cómo calculaban lo que salían a comprar otras instituciones, ya fuera el Imss en el pasado o el propio Insabi, los estados mandaban una lista que calculaba con los consumos históricos,  era la inercia, se hacía el cálculo, cuánto se compró el año anterior se le incrementaba 10% y eso era lo que salían a comprar.

Aseguró que esa planeación que se usaba de consumos históricos para estimar la demanda, generaba una serie de problemas, primero no contenía todo el número de claves que debe de ofrecer un sistema de salud o solicitaban claves que ya nadie produce o que nadie está utilizando, eso generaba a partir de una lógica solamente de disponibilidad presupuestal y no de la necesidad de la población lo que generaba que hubiera insuficiencia en algunos casos o sobreinventarios, es decir, con los consumos históricos aunque se tuviera un inventario todavía con tiempos de caducidad amplios, se volvían a pedir saturando los almacenes.

Además, el inventario se iba solicitando con un calendario de entregas, un sistema de salud siempre es dinámico, hay veces que por alguna razón se empiezan a tener más consumo de un medicamento o menos consumo y cada mes puede ser diferente, sin embargo, aquí se entregaba mes con mes la misma cantidad.

Dijo, que además de eso, se contaba todo sin sistema digitales de control de inventarios que iban desde hojas de papel escritas y a mano en cada unidad y hospital, en los centros de salud, ya los más modernos utilizaban Excel, pero fuera de eso no había un sistema que pudiera integrar lo de un estado, respecto al consumo de todos sus hospitales o de todos sus centros de salud.

Tampoco se contaba con un sistema de indicadores de desempeño, estandarizado que pudiera medir la eficacia, pues se hablaba muchas veces se hablaba de abasto, pero eso era en realidad de inventario, no de recetas surtidas y de nada le sirve a la gente que un estado cuente con todos los medicamentos en un almacén central si estos no se distribuyen a las unidades o si están en las unidades y están en el almacén del hospital no le sirve de nada si no está en la farmacia y si no está en manos de la gente que los que los necesitan.

Indicó que así era cómo se generaba esto anteriormente, sin ninguna trazabilidad, sin ninguna posibilidad de observar qué es lo que estaba pasando en el proceso, lo que generaba gasto de bolsillo, porque muchos de estos medicamentos tienen que ver con enfermedades crónico degenerativas que se tienen que consumir y la gente segura en salud en el sistema estatal era donde se generaba el mayor gasto con el 29% de los pacientes que realizaban directamente en las farmacias.

Informó que empezaron a hacer un proceso de triple optimización de todo el sector salud, no solamente del área que compraba los medicamentos en este caso Insabi, sino todo el sector Secretaría de Salud, Imss, Isssste, los institutos nacionales, la Sedena y la Marina.

Explicó que la triple optimización tiene que ver con la parte clínica o terapéuticas, es decir, se juntan un grupo de médicos especialistas de cada padecimiento para identificar cuál es el mejor tratamiento disponible en el mundo, sin tener un criterio administrativo y se ponían de acuerdo para identificarlo; la segunda tenía que ver con la parte poblacional o de salud pública, es decir, cuánto de ese medicamento se necesitaría, en qué tipo de presentación a partir de las características del pueblo de México, para poder hacer el calculo del todo el sector y al final ya entraba la parte económica.

Con la fuerza de una compra consolidada se puede disminuir los precios, generando ahorros para comprar medicamentos que muchas veces por el costo se dejaban de comprar, además uno de los procesos más importantes, se eliminaron cientos de claves que ya ningún laboratorio en el mundo estaba produciendo y aún así había instituciones estatales que seguían solicitando año con año “esto generó una reducción de precios y sustentabilidad del acceso de medicamentos a la población mediante esquemas estandarizados”.

En ese sentido, con el Imss-Bienestar se logró reducir el número de claves, es decir, en el número de tipos de medicamento con los que cuenta cada unidad y a la fecha se tiene un incremento en el número de claves de medicamentos en de primera nivel, como centros de salud y también en unidades de segundo nivel que han sido transferidas al Imss-Bienestar, se trata de 422% más claves en centros de salud, ya que había algunos que manejaban 50 claves y que hoy están arriba de 150 y en el segundo nivel un incremento de 263 claves.

Expresó que adicionalmente esto, había dos estados hasta el momento identificados, en donde ya todo el proceso de farmacia era privado, qué significa esto, en el hospital público al interior había una farmacia privada de la cual la institución estatal no tenía ningún control, con un catálogo de medicamentos muy limitado y también con muy poco abastecimiento, por lo que se han ido cerrando.

Dijo que aspiran a un modelo completamente diferente que es el del Seguro Social, por qué es diferente, primero porque se hacen consumos promedios mensuales, es decir, cuál fue el consumo promedio en un mes de cada una de las unidades, no por estado, “eso nos permite saber exactamente cuáles son las necesidades a partir del perfil epidemiológico que atiende cada una de las unidades para poder estimar una demanda con mucho mayor exactitud; es un modelo con más de 20 años y que además está con posibilidades de mejora continua y que cada cosa que se hace en cada estado ocurre en todo el país.

Dijo que con el objetivo de aprovechar este poder de compra, se ha privilegiado las compras consolidadas, también con contratos abiertos no calendarizados, es decir, la propia institución es la que le solicita al proveedor cuánto necesita en cada momento, porque hay una alerta que tiene ya menos dos meses de inventario, empieza a pedirle al laboratorio para que le surta y no esperar hasta que se quede en ceros para hacer la orden de reposición, además de que las entregas son mixtas, lo que significa que el mismo producto puede ser entregado por distintos proveedores y así disminuir riesgos y falta de entrega de algún medicamento.

Los contratos son administrados por cada unidad por lo que permite mayor capacidad de reacción y basadas en estas órdenes de reposición a partir de la necesidad, además lo que se está implementando es lo que se usa en el Imss desde hace tiempo, el sistema de abasto institucional que permite conocer la atención de recetas y no solamente la existencia de los medicamentos, sino cuántas recetas se surten completas y cuántas recetas incompletas, cuántas son negadas y que necesitan de una reposición en las siguientes 78 horas.

Agregó que en ese sentido con el SAIS se realiza los consumos promedios mensuales de cada unidad, que se actualiza cada seis meses y se permite mucho mayor trazabilidad del medicamento, desde la adquisición hasta que se le entrega al derechohabiente, además se cuenta con un grupo de personas a nivel central que están encargadas exclusivamente de hacer un monitoreo permanente y en tiempo real de todos los niveles de inventario de cada almacén delegacional, asimismo se está replicando este modelo en cada uno de los estados para se pueda supervisar la operación y en total la capacidad de almacenamiento hoy ya del Imss-Bienestar ha crecido en 13%.