SALUD

REMUEVE PLANTA DE TRATAMIENTO 99.9 POR CIENTO DE MATERIA ORGÁNICA

*Cumple con normas aplicables, señala Héctor Raúl Vizcarra Pascual *Para tratar el agua se necesitan 55 horas *La Planta se encuentra automatizada al 95 por ciento y opera los 365 días del año

La Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) cumple al cien por ciento su función y con la NOM SEMARNAT 001 de tratamiento de aguas negras, afirmó el gerente de la Planta, de la e la empresa TECSA, Héctor Raúl Vizcarra Pascual.

Para el saneamiento y tratamiento de las aguas residuales, la Comisión Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado de Colima y Villa de Álvarez, (Ciapacov) cuenta actualmente con la PTAR que posee una capacidad de tratamiento de mil 200 litros por segundo.

“Esta planta fue diseñada para recibir mil 200 litros por segundo de agua residual y podemos recibir flujos puntuales de hasta mil 800 o 2 mil  litros por segundo, sin que eso nos afecte de manera fuerte la operación”, aseguró.

La PTAR  se diseñó, construyó y puso en marcha en el 2007, con una capacidad de 800 litros por segundo, cumpliendo con la calidad de descarga acorde a lo indicado por la normatividad. Posteriormente, en el año 2011, se inició un proceso de ampliación de la capacidad de la planta y como resultado su caudal de diseño se incrementó a mil 200 litros por segundo.

El gerente de esta planta de tratamiento, Héctor Raúl Vizcarra Pascual, explicó que en la PTAR se lleva a cabo un tratamiento primario para la separación parcial de basura y sólidos suspendidos, más el tratamiento secundario para la reducción de la Demanda Bioquímica de Oxigeno (DBO5) y nutrientes.

“Es una planta que cumple con una de las normatividades más estrictas de todo México”, expuso.

En una visita realizada a las instalaciones de dicha planta, Vizcarra Pascual, acompañado del director general  y el gerente de operación de la Ciapacov,  Heliodoro Langarica Muñoz y Arturo Pinto Salazar, respectivamente, explicó el tratamiento que se le da a las aguas residuales y la operación en general de la PTAR, que da tratamiento al agua de drenaje de los municipios de Colima, Villa de Álvarez y Comala.

Dio a conocer que se requiere de un total de 55 horas que es lo que dura el proceso para limpiar el agua de los drenajes de Colima, Villa de Álvarez y Comala, para lo cual la Planta se encuentra automatizada al 95 por ciento y opera los 365 días del año las 24 horas del día.

Aclaró que “no somos planta potabilizadora, somos una planta de tratamiento, es decir que esta agua, al momento de verterla en el río Colima, no es para el consumo humano, pero sí es apta para los animales y para aprovecharla en usos agrícolas, ya que cumple con la normatividad SEMARNAT 001 en su modalidad de protección de vida acuática por el tipo de manto receptor que está recibiendo la descarga”.

Detalló que el proceso inicia en un colector general, denominado caja de demasías, que recibe el agua de los drenajes y que canaliza el agua hacia la planta, aquí no se le hace ningún tratamiento. Después pasa a la zona de pretratamiento, en donde el agua llega con toda la basura que se le aporta en los hogares durante las descargas, por lo que se pasa por diversos cribados en donde se le quita la basura.

Mencionó que en la zona de desarenado, por medio de una diferencia de velocidades hacen que las arenas, que son más pesadas que el agua, precipiten y la extraen por medio de un sistema aéreo; las arenas junto con la basura que sale del cribado son llevadas al depósito de basura, ya que son sólidos urbanos”.

A pregunta expresa, el gerente de la PTAR señaló que a la Planta llegan cosas que no se imaginan, “hay billetes desde 20 hasta 500 pesos, carteras, baterías, juguetes, plásticos, muchos animales, por ejemplo cuando recién inicia la temporada de lluvias, los colectores están llenos de roedores y después de la primera lluvia fuerte sacamos, literalmente, contenedores de ratas ahogadas”.

Consideró que esta es la parte más desagradable de todo el tratamiento, ya que es en donde se entra en contacto con toda la materia residual tal cual llega, aunque cuando estos residuos son enviados al relleno, se les da una estabilización con cal para no generar olores.

Señaló que esta basura no se puede reutilizar porque viene en contacto con las aguas residuales y el potencial de enfermedades es muy alto.  

Dijo que la planta ha llegado a tratar casi mil 300 litros por segundo, pero cuando se tienen picos muy altos, como cuando llegaron los huracanes Jova y Patricia se recibieron 6 mil litros por segundo.

“En esas situaciones la planta se cierra totalmente, pues de lo contrario la planta se lavaría por completo de los microorganismos que se encargan de hacer la remoción y limpieza de las aguas”, sostuvo.

Indicó que luego de todo el proceso por el que pasa el agua, se le añade cloro gas para desinfectar y garantizar que se remueve el 99.9 por ciento de materia orgánica, de materia viva,  y tener una baja cantidad de salmonella. Después se pasa directamente al río para alimentar su cauce.

Vizcarra Pascual informó que para limpiar el agua desde que llega a la caja de demasías hasta que se vierte al río, son 55 horas de tiempo de residencia del agua en la planta y en donde pasa más tiempo el agua es en los reactores y en el clarificador primario.

Beneficios

Para la sociedad y el sector agropecuario colimense, el saneamiento de la cuenca del Río Ayuquila-Armería a partir de la descarga de aguas negras de las ciudades conurbadas de Colima y Villa de Álvarez era una demanda sentida y altamente necesaria, por ello el Gobierno del Estado estableció el compromiso de instalar una planta de tratamiento de aguas residuales.

Con la entrada en operación de esta planta, los productores agrícolas, ganaderos y acuícolas colimenses ya utilizan en sus actividades productivas el agua libre de agentes biológicos como bacterias patógenas y parásitos.

Además, son beneficiados de manera directa 600 hectáreas de los municipios de Colima y Coquimatlán y de manera indirecta 11 mil hectáreas; 6 mil del módulo Tecuanillo, 3 mil 500 de la junta de aguas de Madrid, en Tecomán y mil 500 de Rincón de López, en Armería; toda vez que el contenido de organismos patógenos del agua que se vierte posterior a su tratamiento, es inferior al rango que las normas de calidad del agua establecen como máximo, para obtener productos sanos e inocuos para el consumo humano, e inclusive con la calidad necesaria para su exportación, ya que pueden ser usadas en los riegos y todos los procesos productivos y de transformación.

Otro aspecto importante es el impacto en la calidad de los mantos freáticos que anteriormente eran alimentados por las filtraciones de aguas contaminadas y que con la construcción de los colectores poniente, oriente, Pereyra, así como el emisor sanitario principal que alimenta a la planta, se han saneado los ríos y arroyos que atraviesan las ciudades de Colima y Villa de Álvarez, como son el río Colima, el arroyo Pereyra y el arroyo Manrique, entre otros.

De igual forma con la puesta en operación de la planta de tratamiento de aguas residuales se lograron beneficios en materia de mejoramiento ambiental, tales como la recuperación de la cuenca del río Armería, al ahorrar agua y reutilizarla para riego; el río Colima y los arroyos Pereyra y Manrique limpios, y su recuperación con áreas recreativas urbanas.

Gracias al pago de los derechos por el servicio de saneamiento que hacen los usuarios de Ciapacov, es posible tener en operación esta planta de tratamiento de aguas residuales, obteniendo agua dentro de los estándares de calidad internacional del tratamiento del vital líquido, logrando así un amplio beneficio social, mismo que ha sido reconocido por la Comisión Nacional del Agua (Conagua).