UNA CRISIS ANUNCIADA – CIUDADANO DE ESTE MUNDO
Juan M. Delgado
Agosto del 2021
Regularmente las grandes crisis no suelen anunciar su llegada, sino que aparecen de imprevisto, encontrando en estado de vulnerabilidad a las personas, ciudades, sistemas, corporaciones e instituciones sin un plan de contención. Tal fue el caso de algunos trabajadores, empresas, dependencias e instituciones que tuvieron que afrontar la situación que provoco las decisiones irresponsables de un gobernador y de un empleado – secretario de finanzas (C. Noriega) que ensimismados en su ego y enfermedad de poder y tener, generaron el gran problema económico, político, social y humano que hoy vive el Estado. Por cierto, hábilmente su colaborador más cercano y prácticamente responsable directo de todo lo que hoy vive el estado, se esfumo y deslindo de su compromiso con la sociedad, por eso le urgía “ampararse con el fuero” que, aunque se niegue, le da la diputación local.
En esa situación crítica que hoy vive Colima, es de reconocer que una de las instituciones que, pese a los grandes golpes económicos, políticos, de salud y sociales que ha tenido que recibir, hasta ahora se mantiene de pie, es la Universidad de Colima. Desconozco, por eso no me gustaría hacer un juicio, del antes, por eso me refiero al hoy, al aquí y ahora.
Las estrategias y formas de afrontar con seguridad, valentía e inteligencia, de adaptarse con rapidez ante los vertiginosos cambios que acontecen en situaciones críticas, depende del liderazgo de una o algunas personas. En este momento descubro en ese escenario adverso, incierto y complejo, un liderazgo, un carisma y una empatía, de alguien que conoce y se siente parte de la Universidad de Colima, que tiene experiencia y sensibilidad, que esta cercano y abierto a escuchar y entender el ser y quehacer de esta casa de estudios.
Desde luego que observo en ese mar inmenso de preguntas e incertidumbre a una persona con habilidades para hallar formas de encontrarse con una situación complicada adaptarse con rapidez ante los vertiginosos cambios que acontecen y tomar decisiones en situación crítica. Estoy convencido que la llegada de tiempos difíciles pone al descubierto las fortalezas y áreas de oportunidad de las estructuras que conforma las institucionales, pero sobre todo de las personas que han asumido la responsabilidad de orientar el destino y llevar a buen término las instituciones.
Insisto, no puedo opinar de lo que sucedió ayer, pero veo que el hoy es claro, prometedor y con una posibilidad de muchos cambios, gracias a ese liderazgo, que es evidente en la persona del rector, que ante el escenario que vivimos se conduce con templanza en medio del contexto desfavorable, pero con firme determinación en la dirección de acciones puntuales. Definitivamente en este momento es quien marque la pauta y asuma la trascendental responsabilidad de tomar las decisiones que considere pertinentes para hacer frente a la crisis, pese a tener claridad de los retos y críticas de adentro y de afuera implica.
El rector sabe que no camina solo, que ese gesto histórico de alzar la voz para exigir un derecho para los jóvenes y los trabajadores, permitió que no solo aquellos que conforman la Ucol se solidarizaran, sino también algunas dependencias, movimientos, asociaciones y personas ajenas, pero hermanas en una misma causa para exigir lo mejor para Colima.
Pese a la incredulidad de algunos y postura fatalista de otros, la idoneidad del Rector de la Universidad de Colima, se ha descubierto y medido con los obstáculos, retos y crisis que en sus inicios como rector le han recibido. Pertinencia que transforma, empieza a encarnarse y hacerse vida.
Es el momento de traer esas palabras del discurso donde rinde protesta como nuevo rector el Dr. Christian Torres, donde pidió a los y las universitarios ser solidarios ante la situación que enfrenta el mundo entero, “porque sus efectos han transformado todos los ámbitos de la realidad y hoy, más que nunca, debemos permanecer unido.”