OPINION

TONALTEPETL – 16 DE MAYO 2022

Gustavo L. Solórzano

Para las culturas andinas, Viracocha, Wiracocha o Huiracocha era el Dios absoluto. En los mitos de la región aparece como el creador y ordenador del mundo, mencionando que creó el cielo y la tierra, y luego la pobló de plantas, animales y hombres primitivos. Su nombre completo en quechua es Apu Qun Illa Tiqsi Wiraquchan Pachayachachiq Pachakamaq, que significa, “Gran Señor, resplandor eterno, fuente de vida, conocimiento y hacedor del mundo”.

También llamado “Dios de los Báculos” o “Dios de las Varas” se originaría en la civilización Caral hace más de 5000 años, está presente en grabados de la cultura Sechín, también en la estela raimondi de la cultura Chavín, en el grabado de la Puerta del Sol de la cultura Tihuanaco (quizás la más destacada de sus representaciones, y de donde surgen la mayoría de sus leyendas).

Así mismo, quedó registrado en los tejidos de Karwa de la cultura Paracas, en las urnas ceremoniales de la cultura Wari y en el Templo del Qoricancha de los Incas. Se dice que Virachocha en un primer momento creó: “el mundo oscuro y sin sol ni luna ni estrellas; y por esta creación le llamaron Viracocha Pachayachachic que quiere decir Creador de todas las cosas” (Krickeberg, 1971:185). Una vez hecho eso Viracocha “moldeó” una raza de gigantes monstruosos (quienes habrían erigido la ciudad de Puma Punku), deformes por su gran tamaño, para ver si era conveniente crear a los hombres de ese porte. Ante esto, el mito cuenta que Viracocha reflexionó y dijo: “No es bien que las gentes sean tan crecidas; mejor será que sean de mi tamaño”.

Y así creó a los hombres a su semejanza – tallando en piedra las figuras del primer hombre y la primera mujer, y que, al darle nombres, éstas cobraron vida -, y estos comenzaron a vivir en la oscuridad. Viracocha mandó a esos hombres a vivir bajo un precepto, con la advertencia que si lo quebrantaban, los hombres serían “castigados y confundidos”. Naturalmente nacieron entre los hombres algunos con vicio y con codicia, por lo que rompieron el precepto, y Viracocha, en castigo, los condenó. “Fueron unos convertidos en piedras y en otras formas, a otros tragó la tierra y a otros el mar, y sobre todos cayó el diluvio universal llamado pachacuti”.

El diluvio duró sesenta días y sesenta noches y la leyenda dice que se ahogaron todas las cosas creadas sobre la Tierra. Una vez terminado el Diluvio, Viracocha, creó al Sol (Inti), a la Luna (Mama Quilla) y las estrellas, y decidió crear nuevamente a los hombres con la ayuda de tres asistentes, a quienes delegó también las tareas secundarias de la creación de los animales, las plantas y las flores: Pasando el diluvio, y ya estando seca la tierra, viracocha decidió poblarla por segunda vez, y para hacerlo con más perfección determinó crear luminarias. Entonces mandó a que saliese el sol, la luna y estrellas y se fuesen al cielo para dar luz al mundo. Y así se hizo, y dicen que la Luna iluminaba más que el sol y este celoso, lanzó un puñado de cenizas a ella.

Fuentes: Juan de Betanzos, “Suma y Narración de los Incas” (1551) Cristóbal de Molina “El Cusqueño: Relación de las Fabulas y Ritos de los Incas” (1573) José de Acosta señala en “Historia Natural y Moral de las Indias” (1590)

ABUELITAS

¿Qué pasa por la mente de una persona que lleva a su familia en su vehículo cuando ve venir al tren? En un tiempo relativamente corto, familias colimenses se han enlutado por descuido, indiferencia o negligencia. Ponerse con Sansón a las patadas nunca será bueno, triste, lamentable, que se pierdan vidas, peor aun cuando sucede de esta manera. Es necesario que las autoridades establezcan un sistema de bloqueo automático en los diferentes pasos del tren. Se requiere de una modesta inversión, misma que redundará en un beneficio humano. Naturalmente es cuestión de conciencia. Es cuánto.