OPINION

TONALTEPETL – 5 DE JUNIO 2023

Gustavo L. Solórzano

Para poner las cosas en contexto, la “figura” es el elemento en el que se centra la mirada, mientras que el “fondo” es lo que está detrás de la figura. Lo anterior, concebido por Fritz Perls a finales de 1940 y cuyas bases fundamentales se desarrollaron en 1951. Descubridor de la gestal, palabra alemana que significa patrón, figura o forma. Fritz sostiene que este movimiento busca encontrar un sentido a cómo nuestras mentes perciben las cosas como un todo, en lugar de individualmente cada elemento. Ya en su tiempo, otro alemán, Hahnemann, con otras palabras, afirma lo mismo, refiriéndose a la forma de curar. La fuerza vital «sostiene todas las partes del organismo en una admirable armonía vital». Sentenciando, “Es necesario atender al individuo como un todo, pues no hay enfermedades, solo enfermos”.

Fritz señala que las personas somos dadas a poner nuestras expectativas en los demás, y que, al no cumplirse estas expectativas, entonces viene la frustración. El desencanto que nos lleva a la ruptura de la imagen creada y en consecuencia, a la separación. Amplío mi ejemplo, cuando nos enamoramos, lo hacemos de las partes bellas que “El otro” nos refleja, así mismo, cuando algo del “otro” nos desagrada es por que eso mismo, en nuestro interior, nos incomoda de nosotros mismos. “Que tienes de mí que me caes tan gordo”, diría Perls en sus múltiples frases para la historia y en alusión a “Lo que te checa te choca”. Somos espejos unos de otros, y lo que no podemos aceptar en nosotros porque nos desagrada, nos resulta fácil verlo en los demás.

La minusvalía emocional, la envidia, el apego, las habladas o puñaladas por la espalda, la pobreza de criterio, etc. Nacen de lo que expongo anteriormente o encajan a la perfección. Se entiende, pues por principio de vida, a menos que cursemos por una patología crítica, no podemos atentar en contra de nosotros mismos, pero si en contra de los demás. “A él se le ve mal el pantalón”, “A ella le queda mal el vestido”, etc. Proyectamos pues, nuestras inseguridades, nos despedazamos en el “Otro”, y somos capaces de creer que “componemos su mundo”. Craso error, si no podemos con el nuestro, menos con el de los demás.

Lo que fue ya no es y lo que será no está sucediendo, luego entonces, solo tenemos el presente y es lo único que necesitamos y de lo cual podemos responsabilizarnos. Pues estar en contacto con uno mismo, implica ir atendiendo lo que nos está pasando, es vital para que pueda haber una reconexión con nuestro interior. Un reencuentro en el que podamos darnos cuenta de quien somos y que estamos haciendo con nuestra vida. Partiendo naturalmente del fundamento que señala que el todo es mucho más que la suma de sus partes.

Finalmente diré que mientras no asumamos la responsabilidad de nuestros actos y sus consecuencias, estaremos divagando y buscando culpables de lo que nos pasa. Sin querer darnos cuenta de que el barco que dirigimos llamado vida, solo tiene un capitán, nosotros mismos.

ABUELITAS:

Guillermo “Memo” Toscano, procedente de la cultura del esfuerzo, y conocedor de la realidad que vive nuestra sociedad atrás del escritorio y más allá de las promesas incumplidas de candidatos y partidos. Se ha comprometido desde hace varios años con los villalvarenses acercando servicios, gestionando y como se dice coloquialmente, tocando puertas para servir. La gente que trabaja merece lo mejor, sin duda. ¡Adelante regidor! Es cuánto.