ESPECTACULOS & CULTURA

ALEJANDRO FRANCO: UN ARTISTA QUE CREE EN LOS SUYOS Y VIVE LA VIDA AL MÁXIMO

Por: Rosario Cervantes

Alejandro Franco es un artista escénico completo y que muy temprano encontró su pasión, que lo ha llevado a montar su propia compañía, a profundizar en las expresiones artísticas y jugar con las disciplinas de una manera estética e impecable.

Alejandro era muy pequeño cuando conoció la danza. Por su familia, que siempre tuvo gran respeto por las artes, comenzó a tomar las primeras clases y disfrutó de espectáculos. Su pasión no solo es por practicar, lo es también por compartir el sentimiento que evoca el dedicarse a una disciplina artística y desde la preparatoria montó su primer taller de teatro y danza de manera ilícita.

Siempre tuvo muy clara su perspectiva de incluir la danza en su formación como intérprete, de tener una base sólida de conocimiento y después jugar con todas aquellas estructuras, incluir nuevos elementos y crear nuevas líneas de investigación.

“Yo con mis alumnos y alumnas siempre hay un mensaje constante de profundicen, la diferencia entre un trabajo común y un artista es que nosotros somos seres creativos 24/7, los 365 días del año, tú vas por la vida y la vida misma es tu inspiración y tu medio de trabajo”.

Alejandro ha explorado todo tipo de expresiones artísticas, su facilidad para profundizar en ellas, para mezclarlas y jugar con ellas de manera tan espléndida lo ha llevado a conseguir el éxito y reconocimiento que vive ahora, con su compañía llamada Locomoción que trabaja en Tecomán y también en la capital colimense.

Ha estudiado danza jazz, danza contemporánea y ballet clásico, a las cuales las define como sus tres principales ejes de inspiración y estructura. Define a la danza contemporánea como un abanico de posibilidades de lenguaje, de creación, de textos, de poética, de diálogos, de capturar.

“Es lo bello, son tantas las posibilidades con la danza contemporánea que es tan fácil perderse, que cuando tu encuentras algo y vas como muy concreto a ello y conectas con un espectador con una espectadora suceden cosas maravillosas”

Cree en las ciudades pequeñas, en su gente

Alejandro es alguien que cree en su gente, tiene muy claro que no necesita trabajar en la capital colimense para expresar sentimientos a través del arte y ser reconocido. Él trabaja en Tecomán y Armería, dos municipios severamente golpeados por la violencia en los últimos años.

Su pasión lo lleva más allá de un reconocimiento por su extraordinario talento, su trabajo está con las niñas y con los niños, aquellos que tienen mucho que decir y que sin reflectores y a través de las artes brillan con luz propia y tienen una voz que es escuchada en cada rincón del municipio.

Él reconoce que todos quieren ir a las ciudades grandes, a las capitales y a los grandes reflectores, a él le gusta trabajar en la periferia, en comunidades que sabe son opacadas ante la evolución de la capital, pero es ahí en la periferia donde ha encontrado la luz y el talento de jóvenes generaciones con mucho que decir y que destruyen aquellos mitos y prejuicios.

“Lo que sucede en Tecomán, en todas estas comunidades es que hay mucho talento y las personas también tienen algo que decir. Hay que atacar este prejuicio que de que en Tecomán solo matan, de que no hay nada. Sí hay talento, claro que falta apoyo y plataforma, pero también falta que la gente abra los ojos y se quite este prejuicio de que la gente en estas ciudades más pequeñas no sabe apreciar el arte, sí lo sabe apreciar y lo agradece mucho”.

Vivir siendo artista es vivir al máximo

“Cuando tú te dedicas al arte tienes que ser un lector voraz, un cinéfilo intenso, tienes que ir a ver museos, tienes que ir a conciertos, tienes que ir a fiestas, tienes que conocer gente, tienes que enamorarte y romperte el corazón, tienes que morir y renacer, tienes que vivir la vida”.

Alejandro es transparente, nos habla de ese prejuicio que también existe en quienes se dedican al arte y que desde afuera se tiene la creencia de que se la pasan de ñoños, cuando es todo lo contrario, es vivir la vida intensamente para poder entender más perspectivas.

Con esta manera de ver y de vivir la vida intensamente, Alejandro cuenta con felicidad y con esa pasión que le brota del pecho cada vez que habla de sus creaciones. Ahora mismo trabaja en una función de disciplinas que integran a su vez distintos lenguajes y multimedia, su capacidad para adaptarse a las nuevas tendencias hace que desde su mente nazcan grandiosas producciones artísticas.

Durante este año han montado una obra llamada Volátil, que es un collage de danza con cabaret drag, al que define como un trabajo muy divertido y en el que se ha enfocado mucho en conocer sobre todas estas nuevas teatralidades, además su pasión y su talento lo han llevado con su compañía a montar una segunda obra este año llamada Temporada de Conejos, una obra de teatro danza que ha sido seleccionada para presentarse en noviembre en el Complejo Cultural de Los Pinos en la Ciudad de México.

“La palabra resiliencia ahora es algo que tenemos tatuado en el corazón, ya nos dimos cuenta que jamás vamos a ser contemplados como actividad de primera instancia, fuimos los primeros en irnos, seremos los últimos en regresar, pero aquí estamos gritando fuertemente que seguimos vivos y que vamos a seguir adelante”.

Foto: Alejandro Franco