OPINION

¿CÓMO EVITAR LA PARALIZACIÓN DEL TRIBUNAL DE JUSTICIA? TERCERA PARTE

 III P a r t e

El sistema de justicia tiene que tecnificarse, ya no hay tiempo de espera y para que esto ocurra, tanto el gremio de la abogacía, el mismo poder judicial, el poder ejecutivo y el poder legislativo, tienen que unirse para hacer una reestructura integral y hacer los cambios para enfrentar este reto.

Para ello es indispensable, revisar escrupulosamente el presupuesto que necesita el poder judicial para modernizarse; ya es importante el asesoramiento de especialistas en tribunales digitales, que nos con detalle qué tipo de personal profesional calificado se necesita, que infraestructura tecnológica, como se va a capacitar al nuevo personal y a los que actualmente se encuentran y que decida subirse a este cambio, la comunicación con la comunidad jurídica y su ayuda en la implementación de este nuevo sistema, con las universidades, con el uso de la tecnología socializada; todo eso tiene un costo pero lo que se ocupe, el Estado lo debe de proporcionar porque es más importante el objetivo del poder judicial estatal además, la forma de trabajar también cambia, el uso de protocolos y la formalidad son elementos esenciales para que un tribunal de justicia digital de resultados, los beneficios que traerá este sistema judicial; es un buen combate a la corrupción, la agilidad de los procesos de litigio, trámites judiciales de manera ordenada y sin favoritismo, ya no habrá pérdida de expedientes, notificaciones y entrega de expedientes en línea no será necesario acudir a los tribunales, la sistematización de todo el expediente, interacción digital, máxima transparencia porque queda todo en línea, procesos internos del servicio civil de carrera a la vista de la sociedad, desempeño profesional más igualitario y sobre todo, el acercamiento del sistema de justicia a toda la sociedad incluyendo un apartado muy importante para que servidores públicos del poder de justicia local, puedan hacer su trabajo desde cualquier lugar, no necesariamente tendrán que estar en los tribunales y esto aminora el costo; algunos modelos de este tipo de servidores públicos existe de otros países desde hace tiempo aquí lo único que nos hace falta es decidirnos y el poder judicial podría ser en estos momentos el más beneficiado si transitamos hacia este objetivo.

Este es un momento de paradigma judicial en Colima, de una reestructura funcionalista, de un cambio de pensamiento en la administración de justicia y en la eficacia que este poder debe responder a la sociedad.

El sistema digital en justicia, permite que cada uno de los servidores públicos, transparente su función y por supuesto cada tribunal tendrá que dar un resultado y eso está a la vista de la sociedad; la resolución de sentencias cuando se trata de tribunales colegiados como las salas del poder judicial, debatirán sus sentencias en línea y publicarán de inmediato sus resoluciones poniéndose al escrutinio social y este elemento ponen el espejo y al escrutinio del pueblo de la capacidad, honorabilidad, honestidad y responsabilidad profesional de jueces y magistrados.

Los modelos de capacitación para la reestructura del poder judicial, tienen que hacerse de buena voluntad y con el ánimo de sanear al sistema, pues mientras no se tenga esa voluntad, difícilmente la tecnología ayuda a cambiar los problemas que tenemos, las máquinas por más modernas que sean, si persiste la necedad de no usarlas para bien, seguirán dando problemas; por eso, es que tiene que haber un antes y un después, al implementar la tecnología en el sistema de justicia local; llevamos más de un año y medio de que inició la pandemia, esperando resultados de que el poder judicial trabaje en línea y en realidad no se ve para cuando, si no transitamos hacia un sistema de justicia digital, los problemas de justicia en nuestra entidad será un error de tendremos que pagar.

¿Que nos hace falta? Unión entre el gremio de la abogacía, deseos y anhelos de que el sistema de justicia local se adapte a las necesidades; por el momento y, no sabemos hasta cuando, difícilmente habrá impartición de justicia presencial; la única forma de darle la vuelta a este obstáculo, es una visión de Estado para contar con un poder judicial tecnificado y que pueda garantizar la salud, la vida y la libertad de trabajo y acceso de justicia sin ningún riesgo su ejercicio.