EL PROBLEMA DE LOS ADICTOS EN LAS CALLES – HUMANITAS
Mtra. NIKOLA VARGOVA
El problema de las adicciones se está agravando cada día más y más, convirtiéndose así a un problema social, que afecta a todos nosotros, sin tener relación con ese tipo de vicios. Sin duda alguna nos encontramos en alguna situación con personas que, en el crucero, pidiendo dinero casi se metieron a nuestro carro, o de manera desesperada caminaban en el tráfico. Las personas que al día a vez de trabajar o cuidar su familia se dedican al vicio pidiendo cambio en los semáforos y lugares públicos para que después de mediodía lo cambian por la droga.
No quiero buscar culpables porque en realidad culpables somos todos nosotros por la descomposición social. Cuantos de nosotros viendo una persona, que sin duda debajo de alguna sustancia andaba en la calle hasta intimidando con su comportamiento otras personas, de manera violenta pegando con los objetos o nada más gritando a todos que pasan en su alrededor. Tal vez no nos estamos dando cuenta, pero en unos años las adicciones se convertirán a un problema grave del sector salud si van a quedar desatendidos y las películas de zombis ya no serán la ficción. Cada día existe más drogadicción y drogas sintéticas con los efectos terribles. Del punto de vista de un penalista los adictos en la calle finalmente están cometiendo la corrupción de los menores, aunque la ley directamente habla nada más del alcoholismo, pero los estados del delirio tal vez pueden verse atractivos para los menores de edad, o nada más de pura curiosidad intentan buscar la droga para “saber cómo se siente”.
Sin duda, así como paso con la violencia en nuestro Estado, las adiciones se poco y poco convierten a algo normal, que forma parte de la sociedad. Que si sabemos que está aquí y en su momento lo estamos procurando de evitar escandalizándonos hasta cuando directamente afecta a nosotros mismos.
Actualmente la única solución de la situación, cuando un drogadicto en el lugar público con su estado amenaza a otras personas, es llamar a número de emergencia reportando estas personas por la comisión de una falta administrativa. Aunque es cierto que en ese momento la línea de emergencia podría estar ocupada por algún otro asunto de mayor relevancia y sabiendo que la persona cuando despierta en la cárcel municipal de su delirio, en peor caso nada más paga la multa y se va, por su momento es la única defensa de la sociedad. Los derechos de los individuos, de hacer lo que quieren en su hogar y también con su cuerpo parece que prevalece cualquier interés social. La libertad del individuo en contra de los intereses de la sociedad. En el área de los derechos es siempre importante realizar el ejercicio de la ponderación de los derechos entre el individuo y la sociedad o entre varios individuos con el objetivo de mayor proveer, pero viendo la problemática del tejido social, pues sin duda el problema de las adicciones se convierte a la cultura del individualismo. Si existen albergues, pero la internación de estas personas no puede ser forzosa vulnerando sus derechos y libertades. Pero la libertad como instituto filosófico es el área amplia donde derechos de una persona y la actuación de esta persona está limitada por el interés de la sociedad. También considerando, que las adicciones son un problema de la salud, la estancia en los albergues no es gratuita y varios nada más por el costo excesivo, no intentan de tratarse. Aunque escuchamos que en el nivel estatal existen también centros gratuitos, en realidad la difusión es poca. También hay que dar importancia al entorno social de estas personas, que sufren alguna adicción porque primero tienen que transformar toda su vida, todo su entorno social y hábitos de su la vida diaria.
Pues que decir al final. Es sumamente importante, que nos enfrentamos a este problema tan grave y lo declaramos por problema de la sociedad que afecta salud pública, así como cualquiera pandemia, que afecta la seguridad y la vida tranquila desde los jóvenes hasta los adolescentes descomponiendo el tejido social a la cultura individualista que a vez de interdependencia, cuando las necesidades del colectivo se consideran más importantes y promueve independencia y la autonomía del individuo.