INTERNACIONAL

ESPECIALISTAS DE PANAMÁ DEBERÍAN ENSEÑARNOS EL ÉXITO DEL MOVIMIENTO PORTUARIO-CIUDAD EN ESE PAÍS

La vocación portuaria en Manzanillo apabulla a la de la industria sin chimeneas, por la interminable fila de tráileres para entrar al recinto portuario, lo que desanima a los turistas al ver que pasarán mucho tiempo para poder entrar a la ciudad deciden regresarse para elegir otros destinos turísticos.

Hay quienes dicen que Manzanillo debería aprender de Panamá, que debiéramos ser como ellos y tantas cosas bonitas que se dicen de ese país centroamericano esquina con Sudamérica, pues cabe señalar que Panamá antes era de Colombia.

Valdría la pena traer especialistas de Panamá para que den conferencias y nos enseñen muchas cosas. Es verdad que su economía es muy buena, a tal grado que tienen dos monedas oficiales, que son el Balboa panameño y el dólar americano. La moneda local de ellos, el Balboa, tiene el mismo valor que el dólar, por lo que a ningún canalero se le antoja ir a Estados Unidos en búsqueda del llamado sueño americano, debido a que tienen la misma calidad de vida.

Panamá tiene el canal transoceánico a su favor, lo que les da a los locales el poder vivir al nivel de los norteamericanos, pues ese país compite con los Estados Unidos y es uno de sus principales socios en el área.

Panamá representa para sus alrededores un propio sueño americano, pero en el mismo continente y como plus, teniendo como idioma oficial nuestro amado español, aunque un gran porcentaje de su población habla inglés.

Valdría la pena que gente de Panamá nos venga a enseñar si allá también se pisotea a la vocación turística, ya que ellos también la tienen. A ver si se ensaña su gran vocación portuaria con la vida cotidiana de los habitantes de los puertos Colón en la bahía de Manzanillo, del lado del Atlántico panameño y el puerto de Balboa del lado del Pacífico a ambos lados del canal.

Sería bueno saber si a esos dos exitosos puertos los tractocamiones también les destrozan sus vialidades, les colapsan sus carreteras y si lo hacen, en cuánto tiempo las reparan.

Sería interesante conocer el índice de su contaminación, sus problemas de tráfico en carreteras interiores hacia otras partes de ese país, si siguen manejando los camiones full, si tienen problemas ferroviarios interactuando con la zona, si se la pasan talando indiscriminadamente mangles y demás vegetación, si han ido acabando con la fauna en derredor, si siguen creciendo aunque ya no quepan sin importar si se invaden ciudades, campos de cultivo o áreas protegidas.

La experiencia de movimiento de carga panameña ha sido una de éxito y prosperidad.

Hay que señalar que todo parece indicar, por la información que se desprende de la red, que en ese país centroamericano, los tractocamiones full o de doble remolque están prohibidos, mientras que en nuestro país circulan de forma cotidiana, como dicen por ahí: “Como Pedro por su casa”.

Necesitamos que gente importante de aquel país venga a Manzanillo a explicarnos todos los puntos anteriores, pero con pláticas a la ciudadanía en general. No vaya a ser que la comunidad portuaria los traiga para darles conferencias solamente a ellos de un supuesto éxito que en el puerto-ciudad de Manzanillo no se tiene.