FALACIA ¿QUÉ VIENE? 9 DE SEPTIEMBRE DE 2024
SEAN OSMIN HAMUD RUIZ
La República, con sus defectos; la Democracia, con sus fallos; el Estado, con sus débitos, son figuras que estaban en construcción y que hoy penden de un hilo.
Una hebra del tamaño y resistencia de un voto en la cámara de senadores.
Hay un sentimiento palpable de que la oposición, desde su plataforma de partidos políticos, fueron errando, con o sin intención, en la estrategia y los actuares prácticamente desde que Morena llegó al poder.
Hasta el pasado viernes en que cada una de las senadoras y senadores ajenos a la coalición morenista, públicamente manifestaron su postura en contra de la presunta reforma judicial diseñada e impulsada, no desde el sentir social, sino desde la viceral y atropellada visión del macuspano saliente.
Y hay que recalcarlo y destacarlo, la presión de muchos integrantes del poder judicial, de la academia (catedráticos y alumnos), de la sociedad civil organizada y hasta de los principales socios comerciales de nuestro país, consiguió que se pasara de la especulación y el supuesto, a la exposición pública, en medios tradicionales y digitales, del sentido de su decisión que, en principio, privilegiarán el próximo miércoles.
Y entonces, la esperanza.
A pesar del poco, poquísimo margen de maniobra para hacer frente a la avalancha guinda, este grupo de legisladoras y legisladores parecieron entender que un 40% de la población debe ser escuchada y puede tomar decisiones contrarias al poder.
Y entonces, la emoción.
Por supuesto que el ánimo cambia. En lo personal, donde puedo decir y que me escuchen, muchas veces había insistido en que un trabajo ciudadano, una responsabilidad real, tendría que ser el estar en permanente contacto con los representantes en los congresos, hubieran o no recibido nuestro sufragio a favor, pues tenemos que conseguir que sientan todos los días y a cada hora, la responsabilidad de la representación. Se eligieron para llevar la voz de su distrito, no la de su partido, no la personal, no la de su líder. Y aunque se entiendan los diferentes matices o las distintas influencias ideológicas, el fin último es la voluntad del pueblo, todo el pueblo.
Sigue el suspenso por un par de días, pero hay confianza y un ferviente deseo de que todos esos posicionamientos de la oposición no sean una vulgar FALACIA.
MICROCUENTO
Hay agobios, muchos. Tal vez reales, tal vez autoimpuestos, tal vez paranoides. Te persiguen y desvelan, pues porque los dejas… cuando de sopetón, estás masticando. Casi no te reconoces en esa felicidad que sientes. Y nada más estás comiéndote una torta de huevito y te la estás bajando con café…