COLIMA

HIELERÍA GÓMEZ GUERRA, DESDE1913 SURTIENDO SU PRODUCTO EN EL ESTADO DE COLIMA

En 1913 abrió la primera planta productora y comercializadora de hielo para consumo humano y conservación de alimentos en la ciudad de Colima, teniendo éxito en un mercado virgen, con la implementación de maquinaria a base de diésel.

Esta planta de hielo la inició el matrimonio conformado por Antonio Gómez Guerra y su esposa Antonia Morales Tolentino, siendo sin duda una de las más exitosas, negocio en el cual recogió la estafeta en su segunda generación José Gómez Guerra Morales, para empezar a extenderse primero por toda la ciudad de Colima y su área conurbada de Villa de Álvarez y llegando luego a otros municipios como Tecomán, Manzanillo y finalmente Armería, en el tiempo que se hizo cargo de la empresa Jorge Gómez Guerra Morales.

En 1942 esta empresa hielera llegó a Manzanillo, época en la que el puerto estaba en franco desarrollo, sobre todo en el ámbito pesquero, con exportaciones a los Estados Unidos en los últimos estertores de la Segunda Guerra Mundial y nacionalmente a uno de los principales centros distribuidores del país, como es Guadalajara, para lo cual era muy demandado el hielo.

Empezó a producir en diferentes presentaciones como barra, hielo molido, rolitos y cubos, con un gran éxito y habiendo en el municipio más grande y poblado dos plantas procesadoras y comercializadoras de Hielo Gómez Guerra, una de ellas en la calle Hidalgo y la otra en la calle Vicente Guerrero, independientes en su administración.

El producto más vendido que manejan son las barras de hielo, la Hielería Gómez Guerra de la calle Hidalgo, a unos pasos de El Tajo –calle J. Jesús Alcaraz- es administrada por su propietario, el señor Antonio Benjamín Gómez Guerra Beltrán, apoyado por su familia, donde ya van por la cuarta generación de comerciantes del hielo de la familia Gómez Guerra.

Con sus diversos productos y en unidades propias surten tiendas comerciales, bares, restaurantes, pescaderías y cooperativas, siendo la empresa hielera más antigua y con más presencia en Manzanillo.

La planta industrial que operan se ha ido modernizando conforme avanza la tecnología y aquella producción con base a las máquinas con motor de diésel, altamente contaminantes, han cambiado por una producción con maquinaria eléctrica, que permite un proceso más rápido, limpio y seguro.

Don Benjamín Antonio explica con su sapiencia y experiencia técnica en el ramo, que el equipo que utilizan es como el de un refrigerador de casa, pero a escala, cambiando el refrigerante utilizado, a uno de clase industrial, pasando por la condensación, compresión y evaporación, teniendo procesos precisos especiales para la purificación del producto terminado, ya sea en cubo, barra o molido.

Algo muy especial es que uno de sus principales mercados de un tiempo a la fecha es el del ramo de la construcción y la obra pública, pues se surte de hielo a cementeras como Cemex para sus grandes proyectos, ya que con este elemento se logra retardar el fraguado, de manera de no tener juntas frías al momento del vaciado del cemento.

Sigue siendo una venta importante de su total el del hielo molido como refrigerante para pescaderías y en especial para quienes mandan sus productos a otras partes del país.

También en la Hielería Gómez Guerra son conscientes de la necesidad de atender a todo tipo de clientela, desde lo industrial y grandes clientes, hasta los medianos compradores y aquellos que lo hacen en pequeño, por lo que tienen su flota de camiones repartidores, surtiendo a domicilio cuando así se les requiere y atendiendo fiestas y eventos diversos que así lo piden.

Don Benjamín Antonio comenta que en la familia se sienten muy orgullosos y contentos de pertenecer a una estirpe con una tradición de más de 100 años en la venta y producción del hielo en la entidad en diversas presentaciones y para diversos fines, como es la familia Gómez Guerra, que en Manzanillo, lo mismo que en la capital del estado y otros municipios colimotes, ya es una tradición reconocida, aceptada, preferida y recomendada.

Dijo que esto es algo que no tiene precio y por tanto, es su fe y esperanza que la próxima generación de familiares Gómez Guerra en Manzanillo continúen con la tradición y costumbre de dedicarse a este ramo industrial y comercial, no solamente manteniendo los estándares comerciales actuales, sino expandiendo la visión y alcances actuales con el uso de nuevas tecnologías para producción, distribución y comercialización.