OPINION

HORACIO ARCHUNDIA – 17 DE JULIO 2021

LOS RETOS DE INDIRA (SEGUNDA PARTE).

EL TURISMO Y EL FOMENTO ECONÓMICO son dos áreas en las que a Indira Vizcaíno le costará bastante recuperar terreno. Desde el sexenio de Fernando Moreno Peña no se ha construido en el Estado ninguna fábrica o planta industrial ni se ha promocionado con seriedad la economía regional. Con la excepción del puerto comercial, que tiene una dinámica propia en la que poco o nada interviene el gobernador en turno, el resto de la entidad está en plena decadencia económica porque no se trabaja en impulsar a la iniciativa privada ni en la generación de empleos. Los únicos que han hecho negocios son los políticos que de la política han pasado a convertirse en empresarios comenzando casi todos con lo que “ratearon” en la función pública, de la que muchos han salido millonarios. Tocante al turismo, lejos de mejorar hemos empeorado y de hecho se ha perdido infraestructura e inversiones. El último gobernador que le invirtió al turismo fue también Moreno Peña. De su sexenio para acá se han deteriorado o perdido museos, balnearios, espacios lúdicos y de entretenimiento. No se construyen hoteles hace muchísimo tiempo ni se destinan recursos suficientes a promover el Estado en el extranjero. No se estimula a los empresarios del ramo ni se les ofrecen créditos o apoyos. No se publicita debidamente a Colima en el exterior ni se mejora la imagen del Estado. No hay infraestructura cultural, artística o urbana que presumir. Estamos en franco retroceso en materia turística, pues. De allí que los retos en esos ramos sean verdaderas odiseas que tendrá que emprender Indira Vizcaíno y para ello debe reunir a un equipo de gran visión que trabaje en la recuperación de la confianza del sector, antes que nada.

LA CULTURA. Le dejan a la nueva gobernadora una infraestructura cultural en ruinas. Así nomás. En el sexenio peraltista, por ejemplo, se robaron más de seis millones de pesos que el  que fuera diputado federal, Francisco Zepeda, gestionó a nivel nacional para la rehabilitación y mejoramiento de la Biblioteca “Julia Piza Miranda”, en Manzanillo. Y ese es solo uno de muchos casos de verdaderas corruptelas en el ámbito cultural. Por lo demás, recibirá en franco deterioro las bibliotecas, los museos, los teatros, las galerías y prácticamente todos los edificios de uso cultural. El magro presupuesto para la cultura tiene a Colima en el vergonzoso último sitio en la estadística nacional de museos. No se promueve  el arte en los municipios y a decir verdad la cultura se concentra en una bien identificada mafia de escritores, becarios y aviadores que se aprovechan del dinero público para su beneficio tribal. 

EL DESARROLLO RURAL estancado, sin más apoyos que los que entrega el gobierno federal. Así encontrará Indira el campo. No hay fomento agropecuario, no se crearon empresas de producción rural, no se invirtió en la ganadería, no se dio mantenimiento, ni mucho menos se construyeron caminos rurales  ni vecinales y menos carreteras entre los pueblos. No se invirtió en presas, ollas, represas  ni otros sistemas de almacenamiento de agua…en fin. La ruina en el campo. El único programa rural exitoso es el de Sembrando Vida y es federal.