OPINION

LA SONRISA EN LOS OJOS – SOCIALIZANDO DATOS

Balvanero Balderrama García

balvanero@gmail.com / @Balvanero.B

Se dice que los ojos son la ventana del alma. Hay quienes gustan hablar mirando a los ojos y que les miren cuando lo hacen. Habrá otras personas que rehúyan el contacto visual.

Mucho se ha escrito en torno a ellos, aquí algunos fragmentos: Me miraste a los ojos, penetrando, en lo más profundo de mi alma (Walt Whitman); Cuando mis ojos se cierran y se abren todo ha cambiado (Mario Benedetti); Ojos que nunca me veis, por recelo o por decoro… (Salvador Díaz Mirón); Hay ojos que miran, -hay ojos que sueñan, hay ojos que llaman, -hay ojos que esperan… (Miguel de Unamuno); … la noche de ojos de agua en el campo dormido… (Octavio Paz); Y sus ojos estaban vacíos y asustados y dulces y buenos y fríos. (Jaime Sabines).

Hay miradas transparentes, límpidas, claras, divinas. Hay otras, en cambio, turbias, esquivas, culposas; unas más inspiran miedo y dan escalofríos.

Todo eso y más podemos comunicar con los ojos.

Ojos que invitan, que repelen, que son cómplices o que sólo se divierten.

Quienes tenemos la dicha de ver, es una ventana increíble de conocimiento, de maravillas, de belleza y, también de pobreza, de precariedad, de necesidad. Así somos los seres humanos.

Enfilados hacia el fin de este año inolvidable, en las fiestas de la Natividad y de fin de año, si atendemos las recomendaciones de cuidarnos para cuidar, eso veremos: ojos, miradas… sonrisas reflejadas en esas maravillosas ventanas del alma de tus seres queridos más cercanos.

No importa el tamaño, el color, las arrugas en sus contornos, si tienen anteojos o la luminosidad de los primeros años, la alegría desbordante de la juventud o la serena mirada de la experiencia y el paso de los años… importa el amor que transmiten y al que se debe ser recíproco.

En la medición del Bienestar Subjetivo de principios del año que fenece, el 91.7 por ciento se ubicó en Moderadamente Satisfecho y Satisfecho. Esperemos la medición que de cuenta de la percepción del tercer al decimosegundo mes.

La mirada también se moldea, pero es reflejo de lo que vivimos en nuestro interior. Busquemos transmitir paz, acogida, empatía, solidaridad, entendimiento, comprensión, amor… al buscarlo para las y los demás lo procuramos para nosotras y nosotros mismos.

Reciba usted amable lector, lectora, un abrazo a la distancia, esperando que los mejores valores de la Natividad -tan invisibilizada por el árbol, la escarcha, el señor de rojo-, principalmente por los regalos que opacan al verdadero y único regalo: la esperanza.

Mi deseo para usted y su familia es salud, unión familiar y solidaridad para quienes menos tienen. Alegría hay en recibir, pero también en dar a las personas necesitadas. Que su mirada invite a mirarlo, mirarla y que las sonrisas en los ojos se multipliquen en nuestro rededor.

Nos leemos en el incierto pero esperanzador 2021.

#PorTodoslosDerechosparaTodaslasPersonas