OTORGAN EL PREMIO NACIONAL DE DERECHOS HUMANOS EN EL SALVADOR, AL MEXICANO POSDOCTORADO ANTONIO SORELA CASTILLO
Por primera vez, el Premio Nacional de Derechos Humanos en El Salvador, se otorga a un extranjero, un reconocimiento que simboliza su incansable lucha por la defensa de las personas más vulnerables y su trabajo en la construcción de una Cultura de Paz.
Nos honra que sea un mexicano, el Posdoctorado Antonio Sorela Castillo, quien hoy recibe esta distinción.
Con estas palabras, la Maestra Raquel Caballero de Guevara, Procuradora para la Defensa de los Derechos Humanos de El Salvador, destacó el significado del premio entregado ayer 16 de diciembre de 2024.
La premiación, histórica en su esencia, reconoció, no solo los méritos académicos y profesionales del académico Antonio Sorela, oriundo del pueblo indígena de Tetelpa, Morelos, sino también su impacto en la región iberoamericana a través de su trabajo humanista y social.
Al tomar la palabra, el homenajeado Antonio Sorela, agradeció el reconocimiento con humildad y firme compromiso:
“Es para mí un placer recibir el Premio Nacional de Derechos Humanos, que otorga la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos de El Salvador.
Lo recibo con mucha satisfacción, agradecimiento y, sobre todo, me obliga a trabajar aún más en la promoción y defensa de los derechos de las personas en todo el mundo, llevando a México en mi corazón a todas partes en donde voy”.
Este galardón, entregado por primera vez a un mexicano, resalta su trayectoria como Consultor Internacional en Movilidad Humana y su enfoque en los grupos vulnerables, especialmente en el contexto de migración y trata de personas.
Su contribución más notable, y uno de los motivos fundamentales del premio, es el cuento “Anita”, una obra de su autoría, que visibiliza las duras realidades que enfrentan las personas en movilidad y los riesgos que sufren al ser víctimas del delito de trata.
Durante la VI Cumbre de Movilidad Humana y Trata de Personas, también celebrada en El Salvador, la Procuradora Caballero de Guevara anunció que “Anita” será el eje de una Campaña Iberoamericana para la prevención del delito, impulsada por la Federación Iberoamericana de Ombudsman (FIO).
La campaña busca sensibilizar a la región sobre las condiciones de las personas migrantes y los abusos sistemáticos que enfrentan, en un esfuerzo por prevenir y erradicar estas prácticas deshumanizantes.
El trabajo del Posdoctorado Sorela, no se limita a su obra literaria; su trayectoria profesional está respaldada por una sólida formación académica, con un Postdoctorado en Derecho Público y años de servicio como asesor internacional en derechos humanos.
Ha sido un impulsor clave en la creación de políticas públicas y proyectos de investigación que promueven la justicia social y el respeto a los derechos fundamentales, no solo en México, sino en el ámbito internacional.
Además, su reciente participación en Colima, donde presentó la obra “Diálogos jurisprudenciales en contexto de Derechos Humanos”, confirma su papel como referente en la formación de nuevas generaciones de defensores de derechos humanos.
La comunidad jurídica colimense especializada en derechos humanos, reconoce su labor y espera con entusiasmo su regreso, confiando en que continuará compartiendo su conocimiento y visión humanista.
El Premio Nacional de Derechos Humanos entregado en El Salvador es un reconocimiento al esfuerzo, la dedicación y la sensibilidad del galardonado Antonio Sorela Castillo.
Su labor ha demostrado que las fronteras son solo líneas imaginarias, cuando se trabaja por la dignidad de las personas y la justicia social.
Desde su origen en Tetelpa, Morelos, hasta los foros internacionales, donde su voz resuena con fuerza, el Dr. Sorela, es un ejemplo del compromiso que se necesita para construir sociedades más justas y humanas.
Su historia nos recuerda que los derechos humanos no son solo palabras, sino un llamado constante a la acción.
Este galardón no solo enaltece su trayectoria, sino que también coloca en alto el nombre de México en el escenario internacional.
En un mundo donde los desafíos humanitarios son cada vez más complejos, figuras como el Dr. Antonio Sorela, son esenciales para mantener viva la esperanza de un futuro más digno y equitativo para todos.
“Es el inicio de un nuevo reto”, dijo al final de la ceremonia, con la mirada puesta en seguir trabajando por quienes más lo necesitan.
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