OPINION

PROTECCIÓN E IMPUNIDAD – AL DESNUDO

Edgar Rodríguez.

El vitalicio dirigente del Sindicato de Trabajadores al Servicio del H. Ayuntamiento de Colima, Héctor Arturo León Alam, sabe mejor que nadie que el ex alcalde capitalino Leoncio Alfonso Morán Sánchez nunca jamás pagará por sus excesos, abusos e ilegalidades que cometió como alcalde durante su gestión en el trienio 2018-2021, empezando por la protección que le brindó a su antecesor en el cargo Héctor Insúa García que durante ese mismo trienio cobró como regidor residiendo permanentemente en la ciudad de Mc Allen, Texas, USA y, agradecido, le coordinó su cuarta campaña por la gubernatura del estado.

Leoncio Alfonso e Insúa García gozan de impunidad protegidos por el gobierno estatal Indirista y el municipal Margarita Moreno. Morán Sánchez le entregó a la gobernadora Indira Vizcaíno Silva a sus dos diputados locales plurinominales a cambio de no someterlo a proceso judicial, y a la alcaldesa Margarita Moreno González, la franquicia en el estado del Partido Movimiento Ciudadano para no hacérsela metiéndoles en la cocina naranja a su compañero peraltista José de Jesús Dueñas García   para lo que le ayude en las próximas elecciones.     

Esos arreglos “en aras de la gobernabilidad” estatal, como alega Leoncio Alfonso para justificar su cambiazo de postura política, por una lado; y por el otro,  el haberle entregado MC a Elia Margarita a cambio de que le dejara pasar por alto las demandas por presunto desvío de recursos públicos municipales, los conoce mejor que nadie el sempiterno líder sindical León Alam, pero para cubrirse ante sus agremiados después de largos meses de silencio cómplice, ha salido recientemente a los medios de comunicación a solicitar audiencias con la Secretaria General de Gobierno, Guadalupe Solís Ramírez y con el Fiscal General del Estado, Bryant Alejandro García Ramírez, para reclamarles que no  hay resultados por parte de las dependencias a su indigno cargo y exigirles que les den celeridad a las mismas.

“Urgente que se le dé celeridad al caso del supuesto desvío de 158 millones de pesos en las administraciones de Insúa García y Morán Sánchez”, clama el jefe de la familia sindical municipal lamentando que “aún no se tenga una resolución al respecto para recuperar los 158 millones de pesos, mismos que son un faltante de depósito ante el IPECOL, se están repartiendo culpas ahora que tomó posesión Hugo Vázquez Montes como director del Instituto”, llamados y lamentadas que ya ni a sus propios agremiados convencen, mucho menos despiertan de su modorra al Fiscal Carnal que a Héctor Arturo León Alam le “ha demostrado que tiene ganas de hacer las cosas bien”.

Como sabe que a los dos exalcaldes Morán Sánchez e Insúa García los cubre el manto guinda de la impunidad 4teísta. León Alam se cura en salud diciendo que “si las fiscalías no encuentran elementos para proceder contra ambos exalcaldes, el IPECOL tendrá que cobrar ese recurso a la actual administración, están convenios pendientes de firmar por 100 millones de pesos y está la necesidad y la obligación de absorber los 50 millones que se adeudan de la administración pasada”, dinero que terminará saliendo de los bolsillos de los ciudadanos del saqueado municipio.

Para que el pueblo bueno de Colima no vaya a creer que “el seguimiento al presunto desvío de recursos sea un tema personal con Leoncio Morán, si el exalcalde presenta documentos donde compruebe a dónde se desvió el dinero y quién fue el responsable, nosotros tendremos que reconocerlo públicamente y atacar jurídicamente a la persona que haya realizado esos desvíos”, jura por la cruz de su parroquia el nada digno de fiar Héctor Arturo León Alam.

Se dice que…

*En cuanto fue investida candidata de Morena a la gubernatura de Colima, Indira trazó con claridad su línea de actuación: “Es tiempo ya de que en Colima haya nuevos ricos”, con ella y su papi haciendo punta. Son ya varios los “negocios” millonarios que ambos han hecho en los 16 meses y medio que llevan instalados en Casa de Gobierno y Complejo Administrativo.

*Los gobernadores Vizcaíno están resultando tan corruptos como los Peralta, pero mucho más desaseados, tanto, que sus mismos “empresarios” están soltando la sopa. Hay dos cosas que no pueden ocultarse: el dinero y la ineptitud. El tema del enriquecimiento súbito y desmesurado de los nuevos ricos sexenales dará para próximas entregas de “Al Desnudo”.