OPINION

QUOD SCRIPSI, SCRIPSI – 15 DE JUNIO 2021

HORACIO ARCHUNDIA

MACHETE DE PALO…Ayer recibió Indira Vizcaíno del Instituto Electoral del Estado,  la constancia que la declara Gobernadora electa. El evento fue multitudinario y naturalmente festivo. La gente está contenta con el triunfo de Indira. De eso no queda duda. Hay regocijo porque por fin, desde 1931, Colima tendrá un gobernante ajeno al PRI. Y no es el repudio al tiempo de gobierno de esas siglas, porque hubo desde el priísmo muchos buenos gobernadores. Es el rechazo, tajante manifiesto en las urnas, al proceso de descomposición de los últimos dos gobiernos priístas, que le dieron al traste al Estado. El resultado de la elección, luego de una participación compleja y de una campaña de durísimos ataques que le dedicaron la mayoría de sus contrincantes, reveló en Indira a una mujer de temple, capaz de conducir con serenidad el barco del Estado aun enmedio de las peores borrascas. Porque a pesar de la persistente guerra sucia en la que intervinieron paradójicamente muchas mujeres, encomendadas a denostarla, a ofenderla y a meterse incluso con lo más sagrado, que es la familia, Indira Vizcaíno mantuvo siempre una actitud propositiva, seria, tranquila, generando con eso confianza y atrayendo el respaldo de la mayoría de los electores que la hicieron ganar.

Y cualquiera diría que una vez que obtuvo el triunfo y que ya quedó formalmente reconocida como ganadora, las cosas cambiarían y los de siempre le apostarían -como dijeron incluso en videos y en declaraciones periodísticas-, a la civilidad y a la reconciliación, por el bien del Estado. ¡Pero no! Lejos de procurar la buena marcha de la cosa pública y de aceptar con madurez el resultado, dejaron el “cese al fuego” que les produjo la derrota y emprendieron la guerra otra vez. Ya esta semana, en diferentes programas de radio, en algunos portales informativos y en cuentas personales de redes sociales, en grupos de whatsap, ha reiniciado la guerra contra Indira.

Los temas de siempre, la mierda de siempre, las mismas acusaciones, la eterna cantaleta. El asunto del fraccionamiento Altozano, concluido por la vía jurídica y resuelto en lo administrativo; la publicación de una lista con un gabinete falso a todas luces pretendiendo que la gente la repruebe, como si no valiera el respaldo mayoritario en las urnas; los presuntos negocios de su padre, un modesto profesor campesino que ha bregado por décadas para hacerse de un patrimonio digno; etcétera.

¡Excremento nomás! Ruindades. Y el objetivo claro de los opositores en la distancia: Desgastar a la próxima gobernadora y descalificarla; convertirse en el machete de palo que melle, que hiera, que muela. Pero hagan lo que hagan, no van a cortar. No van a detener el avance de la transformación de este Estado en algo distinto. Indira ya dio el primero de los pasos firmes que se necesitan en Colima: Conquistar la confianza de la mayoría que clamaba un cambio y llegar al gobierno. Será ella, no nosotros, los analistas políticos, quien demuestre la capacidad y la serenidad que ya ha expuesto para enfrentar la adversidad. Porque le dejan una entidad sumida en la adversidad más atroz: Quebrada económicamente, invadida hasta los tuétanos por el cáncer de la corrupción, golpeada por la delincuencia y abatida por una pandemia que produjo la bancarrota financiera en miles de personas que necesitan ayuda. El gobernador que dejará el cargo el primero de noviembre, le deja a Indira Vizcaíno una tienda con las puras tablas y los cajones vacíos. No será el de Indira un gobierno fácil de llevar. No será cosa menor restablecer la confianza de los ciudadanos en la autoridad que debe representar un gobernante y que quedó maltrecha y minada con el malhadado egresado de la Essex University inglesa que salió pésimo gobernante y peor político. No va a ser cualquier cosa reconstruir las ruinas del Estado, pues.

En ese tenor, los líderes de la oposición debieran sumarse a la cruzada de levantar a Colima de los escombros. O como diría drásticamente el inolvidable ex gobernador Silverio Cavazos a dos ex gobernadores que se dedicaron a atacarlo: “En lugar de estar chingando que se pongan a ayudar”.

POR HOY, BUEN DÍA.