REFLEXIONES SOBRE EL “BUEN FIN 2021”
Alejandro Bernal Astorga
En su 11ª edición y con la participación de 95,000 empresas, el Buen Fin 2021 (BF) se realizará del 10 al 16 de noviembre de 2021, buscando superar los 239 mil millones de pesos en ventas que se alcanzaron con la edición 2020.
Por segundo año, el periodo de realización del BF se extiende a una semana para evitar aglomeraciones y salvaguardar la salud de consumidores, empresarios y trabajadores, ante la pandemia de la covid-19.
El BF es un esquema de descuentos generalizados para el consumidor final de bienes y servicios que busca apoyar la economía familiar, incentivar la actividad del mercado interno y acrecentar el comercio formal, garantizando el respeto a los derechos del consumidor.
Para que esto ocurra se deben conjugar los siguientes factores:
Con el objeto de mantener finanzas sanas, las personas deben hacer un consumo inteligente durante el BF, para ello es necesario realizar una lista priorizada de sus necesidades y evitar compras compulsivas. Se requiere además establecer un presupuesto que no consuma tu quincena o comprometa tus ingresos y para ello se sugiere que tus deudas no superen el 33 por ciento de tus ingresos.
Antes de comprar, hay que comparar, por lo que se deben monitorear con anticipación los precios y condiciones de venta de los productos o servicios que se desean adquirir en diferentes tiendas o sitios web para saber si durante el BF están realmente rebajados.
La esencia del Buen Fin es aprovechar más las promociones y descuentos reales con pagos en efectivo, que comprar a crédito y comprometer tus ingresos futuros. De ahí que sea importante distinguir que comprar a meses sin intereses no es una oferta, sino una facilidad de pago.
En todo caso, las tarjetas de crédito y los meses sin intereses son una buena opción de financiamiento gratuito, si y solo si, se tiene la capacidad de hacer los pagos a tiempo para no pagar intereses. Es recomendable liquidar las deudas previamente adquiridas antes de contraer nuevas, ya que muchos pagos “chiquitos” hacen uno grande.
Se debe desconfiar de la publicidad que no incluye el precio final, sino sólo el pago mensual o semanal, ya que este pudiera ser realmente alto. Para realizar compras seguras por internet, es necesario comprobar que el sitio cuente con el protocolo de seguridad https://, e incluso verificar la dirección y teléfonos de la empresa, así como sus políticas de pago, envíos, reclamación y de privacidad de la información.
No esta demás revisar que se haga válido el descuento o la promoción ofrecida, al momento de pagar y que el importe sea correcto.
A las empresas les correspondería ofrecer productos o servicios de calidad y con descuentos reales, asumiendo que las ganancias vendrán del volumen de venta alcanzado y no de altos precios. Para que los beneficios en ventas sean más incluyentes y tengan una mayor dispersión entre la comunidad empresarial, este año se implementó una estrategia de capacitación para que las micro, pequeñas y medianas realicen ventas en línea.
Además de facilitar el financiamiento para la adquisición de productos y servicios durante el BF, los bancos deben evitar incrementar los límites de crédito entre sus clientes para incentivar el consumo, sin que de por medio exista un aumento en sus niveles de ingreso, ya que esto puede derivar en futuros casos de cartera vencida.
Al gobierno federal le compete evitar el incumplimiento de las ofertas o promociones ofrecidas, la “publicidad engañosa”, el re- etiquetado de los productos y la no observancia de las normas oficiales mexicanas que acrediten que un producto o servicio es seguro y funcional.
La pregunta que valdría la pena responder estimado lector, es ¿quién asume realmente los descuentos otorgados durante el buen fin y en qué proporción?, ¿las tiendas departamentales y de servicios; los distribuidores o los fabricantes? Usted, ¿qué opina?