TONALTEPETL – 11 DE OCTUBRE DEL 2021
Gustavo L. Solórzano
Curar y callar, el tiempo nos dará la razón. Isaac Goiz Durán, padre del Biomagnetismo. 10 de octubre, día mundial.
Somos seres que vibramos en ciertas frecuencias, desde un estudio integral sobre cada vibración, puede decirse que equivale a un sentimiento y en el mundo “vibracional”, existen, para diferenciar, dos formas de vibraciones, la positiva y la negativa. Cualquier sentimiento hace que usted y yo, emitamos una vibración que puede ser positiva o negativa. Algunos estudiosos reconocen que el campo energético de una persona sana, abarca un radio de siete metros y medios a la redonda. Por ello, es necesario entender que todo pensamiento emite una frecuencia hacia el Universo y esa frecuencia retorna hacia el origen, si generamos pensamientos negativos, de desánimo, tristeza, rabia, miedo, odio, etc. todo eso vuelve hacia usted, a mí, a todos.
Por eso es tan importante que cuidemos la calidad de nuestros pensamientos y aprendamos a cultivar los que sean positivos.
Las personas que están a nuestro alrededor, influyen directamente en nuestra frecuencia vibratoria. Si nos rodeamos de personas alegres, positivas, determinadas, también entraremos en esa vibración; ahora, si nos rodeamos de personas reclamadoras, que maldicen y son pesimistas, ¡tengamos cuidado! Pues ellas pueden estar afectando nuestra frecuencia y como consecuencia impidiéndonos hacer funcionar la Ley de la atracción a nuestro favor.
Por otra parte, la música es poderosa, si solo escuchamos música que habla de muerte, traición, tristeza, abandono, todo eso va a interferir en nuestra forma de vibrar. Es necesario prestar atención a la letra de la música que escuchamos, ella puede estar disminuyendo nuestra frecuencia vibratoria. Tengamos presente que atraemos exactamente aquello en lo que vibramos.
Cuando vemos programas, revistas o periódicos que abordan desgracias, muerte, traiciones, etc. el cerebro acepta aquello como una realidad y libera toda una química en nuestro cuerpo, haciendo que la frecuencia vibratoria sea afectada. Por eso es importante ver y escuchar aquello que nos haga bien y sobre todo, que contribuya para vibrar en una frecuencia más elevada.
Otro aspecto importante que necesitamos cuidar para nuestro bienestar, es el ambiente en el que nos desenvolvemos. Ya sea en casa, trabajo o con nuestras amistades, cada lugar en donde nos desarrollamos es nuestro espacio sagrado, nuestro templo. Por ello es conveniente mantener en armonía nuestros espacios y la gente con la que convivimos. Ello influye en la calidad de nuestra frecuencia vibratoria y por ende, en nuestra salud. Cuidemos lo que tenemos para que así, el multiuniverso reciba nuestro mensaje de bienestar y armonía.
Sumado a lo anterior, si tenemos por costumbre reclamar o de las personas, esto afecta nuestra frecuencia vibratoria. Para mantenerla elevada es fundamental eliminar el hábito de reclamar, quejarse y de hablar mal de los otros. Muy importante evitar hacer dramas e incurrir en actitudes de víctima. ¡Asumamos con gratitud la responsabilidad por las elecciones de nuestra vida!
Finalmente quiero referirme a la palabra mágica. La gratitud afecta positivamente nuestra frecuencia vibratoria. Ése es un hábito que necesitamos incorporar a nuestra vida. Comencemos a agradecer por todo, por las cosas buenas y las que consideramos no buenas, agradezcamos por todas las experiencias vividas. La gratitud es una llave que abre mil puertas para que las cosas buenas fluyan positivamente en nuestra vida, seamos agradecidos.
ABUELITAS:
¿Habrá alguien con autoridad, que pueda parar el abuso de las gaseras? Es cuánto.