OPINION

TONALTEPETL – 26 DE ABRIL 2021

//Gustavo L. Solórzano

En algún lugar escuché que en política no existen amigos sino acuerdos comerciales, suena raro pero tiene lógica. Mayormente en éste periodo electoral que estamos viviendo y lo que falta. Aun nos falta conocer de los diferentes esfuerzos que habrán de hacer aquellos que se sacrificarán con tal de servir a Colima y sus colimenses, éxito para todas y todos.

Actualmente no estoy afiliado a ningún partido político, aunque si tengo conocidos y amigos que están contendiendo para lograr algún puesto de elección popular. Hoy quiero referirme a la nieta mas chica de doña Lupita, mi vecina de muchos años. Huérfana de madre a la edad de un año, mi invitada de hoy, se abrió paso en la vida gracias al apoyo de su familia. El Colima de hace cincuenta años era más conservador que hoy, a las mujeres difícilmente se les permitía estudiar una carrera, mayormente si era fuera del estado, pues se les destinaba para que fueran el apoyo en la familia, barrer, trapear, cocinar, etc.

Motivado por su suegra, su padre aceptó que la pequeña Raquel estudiara su nivel básico y posteriormente el profesional. Egresada de la Escuela de Contabilidad y Administración de la Universidad de Colima, Raquel continuó formándose educativamente con un diplomado y después una maestría para complementar su formación profesional. Hoy es una flamante contadora y ha formado una familia con las raíces ancestrales que le sirvieron de cimiento para alcanzar sus objetivos.

Raquel es una mujer noble, una buena profesionista, excelente madre y esposa. Ama la cultura, le gusta el campo y conoce de ello, pues nació en la Estancia y desde pequeña supo lo que era tener una responsabilidad laboral, había que sumar y contribuir con la economía familiar. Platiqué con ella y me causó una buena impresión, algunas de sus hermanas y un hermano, fueron mis compañeros en la Secretaría de educación hasta jubilarse.

Raquel procede de la cultura del esfuerzo, de esa época en que había que salir a buscar nuevas oportunidades y sostenerlas. Aquella en donde la palabra valía mas que una firma en un papel, y en la que era importante decir soy de tal o cual familia. Lo anterior para saber si era o no, una persona confiable, Raquel lo es. Mujer de convicciones y espíritu de servicio de esas personas que saben darte una mano cuando se necesita.  

Hoy aspira a ser diputada por el distrito local número tres, respaldada por el partido del trabajo e indudablemente tiene no solo posibilidades para lograrlo, sino experiencia, conocimiento y sensibilidad humana, pues ella dice, “no soy política”, y agrega, “solo soy una ciudadana que conoce la problemática de su estado”. Raquel Torres Pinto, es una mujer que tiene una trayectoria impecable, le gusta trabajar y le gusta servir, sabe comprometerse y gestionar, sin duda es una excelente opción para representar a los ciudadanos en el congreso local.  

Ojalá que los ciudadanos podamos ir conociendo a quienes aspiran a representarnos, así sabremos decidir y con ello, obtener respuestas para nuestra ciudad y estado. Es bueno darle la oportunidad a la gente nueva, a la que no está maleada ni tiene cola que le pisen. Bien por Raquel.

ABUELITAS:

Tengamos presente la importancia de mantener una sana distancia en los asuntos electorales, conocer sí, mas no involucrarnos en asuntos de tipo personal. Hoy mas que nunca la frase de Juárez está presente, el respeto al derecho ajeno es la paz. Es cuanto.