OPINION

YA TE PERDONÉ  – TAREA POLÍTICA

José Luís Santana Ochoa

El coordinador de los legisladores locales priistas, Héctor Magaña Lara, sigue denunciando las incongruencias de  sus colegas morenistas que, a la menor provocación, tocan el disco rayado de las sinvergüenzas cometidas por el ex gobernador José Ignacio Peralta y su pandilla, pero sin nunca jamás exigirle clara y terminantemente a su jefa Indira “Bombón” Vizcaíno Silva que les cuchileé a sus fiscales. Si alguna duda había del pacto de impunidad suscrito entre la gobernadora y quien le entregó el cargo blandido y cooperando, sin hacer gestos, la ha disipado ya el diputado José de Jesús Dueñas García.

“El tema de que fui vocero del compañero Carlos Noriega, la verdad es que no. Tuvimos una plática con la gobernadora, nos recibió en su despacho muy amablemente; le ofreció un té chai al compañero Carlos y a mí me ofreció un vaso de agua natural, platicamos, nos reímos y a la gobernadora le dijo: ya te perdoné”, lanzó hacia la ciudad y el mundo Dueñas García, palabras cuya veracidad fue públicamente aceptada por el ex Secretario de Planeación y Finanzas del Gobierno del Estado, Carlos Arturo Noriega García, cuyos muchos pecados de corrupción le fueron ya perdonados por Indira  como lo hizo con su concuño José Ignacio Peralta que hace dos años recibió la absolución con agua bendita presidencial.

 “Esa fue la dinámica de la reunión (de Indira, Carlos Arturo y José de Jesús) y si no, que salga la gobernadora a dar la cara y a desmentir lo que estoy diciendo. Eso fue lo que nos dijo en una plática muy amena, donde hablamos de cómo trabajar en equipo para Colima; nos reímos y nos retiramos, eso fue todo y al salir le dijo: ya hasta te perdoné. Eso fue todo lo que pasó en esa reunión, pero me parece que, en un afán de querer sobresalir aquí, lo único que hacen es exhibir a la señora gobernadora y me parece que eso es peligroso”, detalla y reta echado pa’delante el diputado Dueñas García. Y como Indira ni nadie de su entorno ha salido a desmentirlo…

Indira hizo suya la frase de su líder moral Andrés Manuel López Obrador, “Mi fuerte no es la venganza”, para no enjaular a José Ignacio, Carlos Arturo y demás integrantes de la pandilla enquistada en la administración municipal de Colima, ni quitarles un solo centavo de los cientos de millones de pesos que en múltiples ocasiones ella misma denunció le habían carranceado al pueblo bueno que tonto no es pero tampoco nada puede hacer ante el manto morado, 4trero, de la impunidad.

Magaña Lara podrá seguir cuestionando la connivencia de la gobernadora con los funcionarios del próximo pasado, a la Comisión de Responsabilidades del Congreso del Estado por encubridora y a la tía de las Chicas Súper Poderosas, pero el perdón “consumatum est” y el olvido es cuestión de tiempo. Y para el próximo relevo en la gubernatura se repetirá el ciclo perdón y olvido. Todos los ex gobernadores, los habidos y los por haber en el futuro, dormirán tranquilos a sabiendas de que sus fechorías nunca jamás les serán penalizadas porque la venganza no es el fuerte de nadie, pero el encubrimiento sí. 

¿ Quién le cree al subordinado de Bombón que quiere ser alcalde de Tecomán, pastor de los diputados de Morena en el Congreso del Estado, Armando Reyna Magaña, cuando  afirma que “el proceso legal en contra del diputado del PRI y exsecretario de Finanzas, Carlos Arturo Noriega García,  no los lleva la gobernadora Indira Vizcaíno Silva o el gobierno del Estado, o que la Fiscalía es una instancia autónoma y el fiscal debe hacer su trabajo y es imposible que se pueda perdonar una denuncia”?

EL ACABO

 “En  la 4T de López Obrador hacen las cosas sin planeación y sin cumplir la ley. Prueba de ello fue el proceso de elaboración de los nuevos libros de texto gratuitos que incumplieron con la Constitución y la Ley General de Educación, ya que no se basaron en los planes y programas de estudio que se deben hacer antes de elaborar los libros, ni se sometieron a consulta con especialistas y la sociedad”: Julia Lizet Jiménez Angulo, Presidente del CDE del PAN en Colima.