OPINION

EL ABOGADO – HUMANITAS

POR: NIKOLA VARGOVA

El significado etimológico de la palabra “abogado” es una persona autorizada para asesorar y defender intereses de otra persona en la materia jurídica y defenderlo en un pleito. Ser abogado requiere una preparación y si se ejerce habitualmente se trata de una profesión por cual se recibe una enumeración o salario. ¿Pero porqué es tan difícil para nosotros dar a esta noble profesión el valor que le pertenece?

El taquero tiene su salario por hora, la chica que nos hace uñas nos cobra por trabajo, y cuando vamos al taller mecánico para que nos cambian las refracciones de nuestro carro, nos cobran precio de mano de la obra, aunque las partes traemos nosotros. Nadie está negociando el precio del trabajo, nadie está pagando en los abonos. No vamos a comer a un restaurante sin tener dinero o con la intención finalmente no pagar. Pero si requerimos el servicio de un abogado, desde principio tenemos intención de no pagar, pedimos descuentos o condicionamos el pago con el resultado positivo en el final. El artículo 1º de la Ley Arancelaria de los Abogados de Colima establece, que la presente ley es de orden público y de interés general. Es lógico porque con los pagos de los honorarios los abogados tienen asegurada la subsistencia. Los pleitos de la materia mercantil o civil se están de manera estricta desarrollando del valor del negocio y en materia penal dependiendo de la dificultad del asunto y aunque la ley en este caso es muy específica, muchas veces los clientes de manera engañosa simplemente no pagan.

Yo soy de la opinión que la profesión del abogado es tan importante como la del médico, o más. El medico salva la vida, un abogado la libertad.

La pandemia del COVID-19 está afectando de manera negativa toda la economía, hay negocios que ya se quedan cerrados de manera definitiva. Hay gente que se quedó sin ingresos o sus ingresos se redujeron de manera tan radical, que se quedaron en el nivel de la pobreza. Los problemas económicos sufrimos todos y también en la relación con el trabajo de los abogados ya se hizo una costumbre argumentar con la pandemia. Si tomamos en cuenta que la ley no aplica descuentos nada más la libertad de las partes para modificar el pago de los honorarios, estableciendo las cantidades para la mejor orientación, esta actuación se puede calificar por fraudulenta. Los abogados en esta pandemia están sufriendo ataques directos en contra su dignidad, están sufriendo por las suspensiones de las labores en los juzgados, por la falta de ingresos o por la reducción de los ingresos de varios ciudadanos. Pero porque buscamos un abogado particular si la misma constitución establece derecho a la defensa gratuita por un abogado de oficio. ¿Porqué estamos disminuyendo valor de un trabajo del profesionista que tiene que estudiar, practicar y dedicar su tiempo? ¿Porque damos más valor a un trabajo como al otro?

El derecho a la dignidad humana de nosotros abogados asegura el derecho de recibir los honorarios por nuestros servicios en el mismo nivel como es la obligación de desempeñar ese trabajo con la mayor dedicación de los tiempos y esfuerzos. Así como el mismo artículo 12 de la Ley de Arancelaria autoriza el abogado separarse de la atención por falta del pago, la sociedad debería conducirse con la responsabilidad en su actuación, igual como no negociamos con la chica que nos hace uñas o no vamos al restaurant sin dinero, de misma manera que valoramos trabajo de un profesionista. Hay que respetar a los demás para que ellos respetan a nosotros.