COLIMA

NECESARIA, UNIDAD DE CUIDADOS PALIATIVOS EN HOSPITALES: DR. ENRIQUE LÓPEZ

*El director de la Unidad Médica de Alta Especialidad del Hospital de Pediatría del Centro Médico Nacional Siglo XXI dictó la videoconferencia: “Cuidados paliativos en el cáncer infantil”, a los alumnos y alumnas de Medicina de la UdeC.

Al hablar sobre “Cuidados paliativos en el cáncer infantil”, el Dr. Enrique López Aguilar, director de la Unidad Médica de Alta Especialidad del Hospital de Pediatría del Centro Médico Nacional Siglo XXI, destacó las premisas fundamentales que médicos de esa clínica deben seguir con pacientes afectados por cáncer, como la sensibilidad, el respeto y el trato humano.

El destacado oncólogo aseguró que “este servicio consiste en el cuidado activo de cuerpo, mente y espíritu del niño o niña con una enfermedad que amenaza y/o limita su vida”.

Los cuidados paliativos, dijo, “son una forma de abordar la enfermedad avanzada e incurable, formas que buscan mejorar la calidad de vida de los pacientes y de sus familias mediante la prevención y el alivio del sufrimiento a través de un diagnóstico precoz, una evaluación integral adecuada y el oportuno tratamiento del dolor y otros problemas, tanto físicos como psicosociales y espirituales”.

Al respecto, recordó que los cuidados paliativos surgieron por primera vez en la década de 1970 en Londres, Inglaterra, como una filosofía para afirmar la vida y considerar la muerte como un proceso natural; “no la aceleran ni la retrasan, sino que están ahí para mantener la mejor calidad de vida posible hasta el deceso”, enfatizó.

Al ahondar en el espectro de acción de este tipo de cuidados, comentó que incluyen no sólo tratamientos médicos y farmacológicos a pacientes terminales, sino también las atenciones de un equipo multidisciplinario conformado por personal de psicología, enfermería, trabajo social, terapia ocupacional y pastorales; “además, el trabajo de voluntariado en estos casos es importante, personas que ofrecen su tiempo para acompañar a los niños y niñas y leerles un cuento; más que regalos, los pequeños agradecen la compañía, comprensión y muchos abrazos”, expuso.

Aseguró que el IMSS tiene bien sistematizado el proceso de un paciente en la unidad de cuidados paliativos, tomando como primer paso el diagnóstico de la enfermedad limitante en etapa terminal por parte del médico tratante: “Si el médico tratante consideró que ya no saldrá adelante el paciente, entonces debe informarle a él y la familia sobre el diagnóstico, pronóstico y la propuesta sobre tratamiento paliativo”.

Posterior a este momento, continuó, “los familiares tomarán la decisión de aceptar o no el ingreso a la unidad de cuidados paliativos, ya que existen familias que prefieren irse a casa, pues están en la libertad de hacerlo. Después, el servicio de cuidados paliativos realiza una interconsulta para la valoración del paciente, una primera entrevista con la familia y organización de la junta interdisciplinaria, y todos y cada uno de estos procesos se ponen por escrito”.

También hay una reunión informativa con la familia para explicar en qué consiste y qué se busca cuando un paciente ingresa al área de cuidados paliativos: “Es importante destacar que la mitad de niños y niñas que ingresan al área de servicios paliativos son pacientes con cáncer, pero la otra mitad vienen de áreas como nefrología, cardiología, neumología, neurología, hematología, gastropediatría, entre otras”, dijo.

El galeno resaltó que esa unidad médica no sólo brinda los cuidados paliativos, sino que también da acompañamiento al menor: “Nuestro principal objetivo es que los niños se vayan en paz, sin dolor, y acompañarlos hasta el último momento. Es importante luchar por que en cada hospital del país existan este tipo de servicios de acompañamiento”.

Finalmente, informó que estos espacios deben contar con pediatras, fisioterapeutas, enfermeras, psiquiatras, anestesiólogos, algólogos [expertos en dolor crónico], trabajadoras sociales, tanatólogos y un equipo del voluntariado; en equipo, necesitan cuatro respiradores mecánicos (uno para cada sala), cuatro monitores de signos vitales (uno para cada sala) y cuatro camas de terapia intensiva: “La idea es propagar estas unidades de acompañamiento por el país y en el IMSS, en lo cual ya se trabaja”, concluyó.

Esta conferencia fue parte de la 34 Semana del Médico y las novenas Jornadas de Nutrición que organizó hace días la Facultad de Medicina de la Universidad de Colima.